Menú
Carlos Pérez Gimeno

Rozalén: "No sé cuándo podré subirme a un escenario"

Rozalén saca disco pero no puede presentarlo en directo. "De actuaciones, nada de nada", dice. "Tendré que reinventarme".

Rozalén saca disco pero no puede presentarlo en directo. "De actuaciones, nada de nada", dice. "Tendré que reinventarme".
Rozalén | Gtres

Rozalén es una persona que siempre está dispuesta a prestar ayuda a la lucha contra el cáncer. Aparte de colaborar en diferentes ONG y otras asociaciones, asegura estar “muy volcada con este tema desde hace tiempo, y hasta he compuesto una canción. He estado con mujeres que están luchado contra esta enfermedad, tengo cartas que son auténticas joyas, resaltan la vida, y esa enfermedad les ha hecho alejarse de temas tóxicos en su vida. Después de todo esto, lo que me ha enseñado es que tengo que cuidarme y hacerme mis revisiones una vea al año, y eso mismo se lo he inculcado a las mujeres de mi familia, que somos muy de pueblo”. Así lo explicó.

La cantautora, en el transcurso de nuestra conversación, me comentó que está deseando encontrarse de nuevo con su público. “De actuaciones, nada de nada, saco nuevo disco este mes, íbamos a hacer conciertos a partir del próximo febrero; ojalá se pudiera hacer realidad, pero dadas las circunstancias lo pongo muy en duda. No sé cuando podré subirme a un escenario, para mí es muy duro porque me gusta mucho a lo que me dedico, la música es mi vida y nunca había sacado un disco sin tener cita con mi gente. Si la situación no mejora para la cultura, tendré que reinventarme. Lo que está claro es que la música no se puede callar, y en este tiempo, es muy necesaria”.

Rozalen, Marta Sanchez, Lidia Valentin y Ana Locking | Gtres

Rozalén forma un tándem prefecto en sus conciertos con Beatriz Romero, que es técnica especialista en interpretación de la lengua de signos. “Esto se ha convertido como una seña de identidad. No conocía nadie del colectivo de sordos, y cuando conocí a Bea, fue lo mejor que me pudo pasar, porque es un gran artista”. 

Durante el tiempo del confinamiento, ha descubierto que la cocina no se me da mal. "Siempre me ha gustado, pero hacia mucho que no le dedicaba tiempo y ahora estoy encantada. He aprendido a hacer dulces, recordando a mi abuela que era la pastelera del pueblo. Lo que más he hecho ha sido disfrutar del monte, y tener contacto con la naturaleza, porque vivo en un pueblo”.

En Chic

    0
    comentarios