Existen películas con un guión perfecto: hilado, redondo y que dejan esa sensación de haber presenciado cómo se desarrolla una gran historia El Bar Coyote no es, evidentemente, una de ellas; pero seamos honestos: ¿es que a alguien le importa? Seguro que no le importaba mucho a la inmensa cantidad de público que abarrotaba el local en la ficción y las salas de cine en la vida real. Porque no les sorprendía demasiado un guión de "protagonista que busca su sueño allá donde sus padres habían fracasado y encuentra el amor". Resultaban mucho más sugerentes los movimientos de Piper Perabo o Tyra Banks, siempre acompañados de una banda sonora que ya querrían para sí muchos locales con, a priori, mejor reputación que este bar.
Y es que, dejando aparte el ciclo de canciones de la estrella de country-pop Leann Rimes, la música que sale de la jukebox del "Coyote Ugly" resulta de lo más variada y recomendable. Tenemos, por un lado, el rock de artistas como Def Leppard, Joan Jett o Biily Idol, salpicado con el country de la Charlie Daniels Band. Añádanle un poco de pop-rock de los mejores ochenta con el "Need you Tonight" de INXS, y acompáñenlo de un poco del rockabilly de Stray Cats o, si les gusta algo más fuerte, del psychobilly de Reverend Horton Heat. Tan sólo queda coronar este cóctel de melodías con un adorno de techno ("The Power" de Snap sería un buen toque final); aunque si son más clásicos, siempre les quedará un poco de Elvis Presley que de el punto justo al combinado. Vamos, que los clientes entraban por las camareras, pero bien podían quedarse por la música. O lo que es lo mismo: que la película era un bodrio, pero su banda sonora, un acierto enorme.