Menú

Raúl Cimas: "Prefiero hacer un chiste de mi novia que de Artur Mas"

El cómico manchego estrena nuevo programa, Óxido Nitroso, una vuelta de tuerca al humor más ácido de las producciones británicas y estadounidenses. 

El cómico manchego estrena nuevo programa, Óxido Nitroso, una vuelta de tuerca al humor más ácido de las producciones británicas y estadounidenses. 

Decir que Raúl Cimas quiere hacer reír por todos los medios no es una frase hecha: radio, televisión, teatro, cine y hasta dibujando. Por su parte, que no quede. El único reto que se le resiste es el de ponerse serio. Ahora, se prepara para "gasearnos" las carcajadas capitaneando una nueva temporada de Óxido nitroso, que estrena Canal+ este miércoles. Como ya hizo Dani Rovira, Raúl Cimas será una suerte de maestro de ceremonias de este programa de sketches que bucea en lo mejor de la comedia británica y estadounidense, seleccionando píldoras de grandes espacios como Saturday Night Live, Little Britain, o Louis C.K.

"Es una guía de la comedia actual", explica en entrevista a Chic. "Se trata de estar un poco al tanto de las nuevas series, de lo que va pegando y también hablar con los protagonistas, hacer una especie de la cultura de la comedia" que mezcle entrevistas con cómicos, gags, y mucho humor gamberro. Hablando de su papel en el embrollo, a Cimas le dura poco el guión serio: "Yo básicamente, haré el idiota lo máximo que me dejen", dirigiendo el cotarro enfrente de las cámaras. "Estoy haciendo un documental de autor", bromea socarronamente, "si hasta llevo yo todos los trastos, los micrófonos y todo". O eso cree él porque, "ni me dejan entrar en Canal +", ironiza de nuevo. O no.

Hacer reír con lo que me río

La Hora Chanante y Museo Coconut fueron la oportunidad para Cimas de crear el humor gañán, de dar rienda suelta al absurdo e inaugurar un estilo muy particular surgido entre un grupo de humoristas y colegas manchegos. Esta vez no será El Trolacas o Forzudo, aunque sí hará "un poco el personaje", reconoce.

Con Óxido Nitroso, sobre todo, le llega la oportunidad de hacer reír con lo mismo que le hace reír a él, que cuando ve Saturday Night Live no puede evitar desternillarse con el ya emblemático What Up with That? - "o como sea que se pronuncie"- y sus ingeniosos raps. Como un niño con zapatos nuevos, Cimas luce encantado de poder dar paso a escenas de series como Louis C.K, que le tiene enganchado: "Es un humor pegado a la realidad y tan cercano al drama que me encanta, porque sigue la estela de otro tipo de humor que empezó Ricky Gervais, que consiste en generar situaciones incómodas y reales, que te da la risa de lo vergonzoso que resulta", dice, sin disimular la fascinación.

"Hay bares a los que no voy"

Aunque proclama que "los estadounidenses y los británicos han sido siempre los mejores en comedia", el manchego no entra al trapo de comparaciones odiosas con la comedia española. Por mucho que se le provoque. "Simplemente, no se puede competir. En Estados Unidos tienen su naturaleza, la televisión por cable, un show bussines que permite hacer cosas distintas", explica. "En España necesitamos que las series abarquen más edad para que funcionen, que guste al niño y al abuelo" mientras que "en la comedia americana puede mantenerse con un público más específico, porque hay suficientes espectadores".

Cimas es optimista con el humor patrio: "A nuestra manera, también tenemos crítica ácida, crítica social. Pero es distinta", defiende, descubriéndose como un tipo que rehúye polémicas y deja pasar la tentación de hablar del humor como un bálsamo contra la crisis. "La realidad no es sólo la crisis", refuta. "También es el día a día, los encuentros con tu amigo, las discusiones con tu novia... la cotidianidad". Y es ahí precisamente en el terreno donde más cómodo se siente, con el humor político a kilómetros de distancia: "Nunca lo he hecho, ya hay gente que lo hace muy bien. Ni en Muchachada hablábamos nunca de política ni de actualidad financiera o del corazón", recuerda. Caricaturizar lo cotidiano le va mejor: "Prefiero hacer un chiste con mi novia que con Artur Mas", aunque pernocte en el sofá. 

Queda claro que el manchego se abona a eso de al que no le guste, que no mire, más amigo de la chanza que de la bronca. "La televisión es algo privado, al fin y al cabo, una gente que hace una apuesta con su dinero y que quiere ganar dinero" dice rotundo, señalando que al final todo depende de "gustos y opiniones personales". Pone difícil discrepar con su filosofía: "Es como un bar. Simplemente, yo hay bares a los que no voy".

Y mientras busca la manera de hacer reír "sin que me echen del Plus", se estrena en la radio, recorre escenarios por toda España y espera que Neox emita el Regreso a Lillifort y Museo Coconut... pues dibuja. Un cómic, "por darme el gusto", dice. En realidad, reconoce que es "lo que quería hacer de crío" y lo que le movió a estudiar Bellas Artes. ¿La temática? "Pues de Tolstoi para arriba, por supuesto. Serán mis reflexiones de mis libros de cabecera, tendrá un poco de botánica, tampoco faltarán las lenguas muertas... a Punset le va a encantar", bromea de nuevo. O no.

Temas

En Cultura

    0
    comentarios