Durante años, las niñas han crecido con las películas de Disney y se han creado un estereotipo de princesas perfectas y espectaculares, que viven un amor irreal junto a su "príncipe azul". El cambio llegó con la película Brave y su protagonista Merida: se diseñó la primera princesa que era real. Su encanto no estaba tanto en su físico, como en su carácter, valores y principios. Todo el mundo estaba encantado con esta nueva imagen, que recibió los aplausos de la crítica y el público.
Pero entonces Disney (propietaria de Pixar) decidió cambiar la imagen de su princesa pelirroja. Hace una semana, como ha publicado Mail online, Disney decidió presentó su nuevo aspecto Merida. Diseñaron a una chica “sexy”, con mucho encanto y, nuevamente, perfecta; mucho más unificada con el resto de princesas de la factoría. Y es aquí cuando estalla la polémica. Ya no era la guerrera valiente, testaruda y poco femenina, rasgos por los que consiguió enamorar a todos sus fans.
Las protestas surgieron en seguida. Incluso la directora y guionista de la película, Brenda Chapman, opinó sobre el asunto, asegurando que le parecía “una atrocidad lo que habían hecho con Merida”. Para ella, este personaje fue creado para romper con el estereotipo de princesa de dibujos animados, y mostrar a las niñas “un nuevo modelo a seguir y admirar, alguien que no necesite ser salvado”.
Al enterarse de toda esta situación, Carolyn Danckaert, cofudadora de la web A Might Girl, pidió a la organización Change.org lanzar una campaña de firmas para pedir que retirasen esta nueva Merida. Ya llevan más de 200.000 firmas, y las cifras siguen aumentando. La iniciativa ha tenido sus frutos, porque Disney ha cedido a la presión y la ha retirado de su web.
La conclusión es que ya no se llevan las princesas perfectas que necesitan a un hombre para salvarlas. Ahora las princesas son reales y salen ellas mismas de sus problemas.