Lucía Etxebarría amenaza con convertirse en una de las protagonistas del reality de Telecinco Campamento de verano. La escritora arremetió contra el programa en el que ella misma participa incluso antes de entrar en el citado campamento, esforzándose en justificar su presencia allí señalando problemas económicos para mantener a sus hijos y sus dos casas, la de España y la de Marruecos.
Quizá por eso o para acaparar titulares, Etxebarría amenaza ahora con abandonar el show apenas tres días después de empezar, y de haber sido de las primeras nominadas en la primera tanda de posibles salidas del programa. No obstante, finalmente fue Carmen Bazán quien abandonó el programa.
No obstante, y pese a que el jueves se libró de salir del programa en el que ingresó para cubrir deudas, eso no ha sido inconveniente para que la escritora exhiba un divismo sorprendente. "Ya he hablado con dirección y les he dicho que me iba mañana. A partir de ahora, no hoy contrato. No me podéis grabar". Y amenaza al cámara: "Perdona, ya he hablado con dirección. No me puedes grabar".
La escritora está sometida a una gran presión y amenaza con marcharse, sin que ninguno de los demás participantes pueda razonar con ella. Ya sea las bromas sexuales de sus compañeros, como los ronquidos de otro, que la obligaron a abandonar la cabaña pese a ir contra las reglas. De hecho, la convivencia de muchos de ellos es el principal problema para Lucía: "Tengo ocho compañeros en contra pero 1.400.000 fuera que me apoyan. Mañana me venderían a su madre si supieran que pueden ganar esto".
"Hola, por favor, ¿puedes traer mi maleta? Gracias. Estoy anunciando que me voy", es otra de sus airadas exigencias. "No voy a recoger mis cosas si me están grabando. No. No soy tan idiota para daros hasta el final espectáculo. Me da igual el resto de los compañeros, son ocho. Mi vida, yo, querida, vendía 200.000 libros"