El sentido del humor de los progresistas es muy particular. Como se han atribuido carta blanca para hacer gracietas sobre cualquier asunto, por escabroso que sea, en ocasiones utilizan argumentos pretendidamente humorísticos que, en otro caso, les haría subirse por las paredes. Este pasado domingo, La Sexta ofreció una pincelada de este peculiar sentido lúdico en un nuevo programa llamado LAB: tal como somos, que pretende ser un experimento sociológico como en su día lo fue Gran Hermano, pero con cámara oculta, sin concursantes profesionales y sin Mercedes Milá.
En uno de los "experimentos" diseñados para conocer cómo somos los españoles (y las españolas), el programa utilizó como conejillos de indias a varias chicas aspirantes a un puesto de peluquera, a las que el supuesto empresario les propone mantener relaciones más allá de lo meramente profesional mientras azota en las nalgas a una empleada. El estupor de las víctimas de esta cámara oculta queda perfectamente reflejado en estas imágenes:
Antes del citado espacio, La Sexta nos ofreció otra muestra del carácter hemipléjico de su celo investigador en función de los protagonistas que somete a su escrutinio. Aquí pueden ver a Jordi Évole con el presidente de la CNMV que autorizó la emisión de las polémicas participaciones preferentes, con el entrevistado zafándose de las acusaciones del otrora Follonero y rematando con una frase antológica, que si la hubiera pronunciado alguien de derechas hubiera incendiado las redes sociales y las redacciones de informativos de todas las cadenas de mucho progreso.
A Jordi Évole se le pasó explicar que el señor Segura, protagonista de la escena, es comunista de toda la vida y no un esbirro del capitalismo depredador de las clases humildes. En cambio, unos minutos antes sí tuvo gran interés en dejar claro qué partido y qué políticos estaban en el poder cuando se aprobó la ley que permite a las Cajas de Ahorro emitir participaciones preferentes.
Cuatro, la cadena del grupo PRISA, lleva largo tiempo intentando adelantar por la izquierda a La Sexta, por supuesto en vano, porque a la izquierda de la emisora de Roures no queda ya carril para circular. Escenas como ésta que hemos seleccionado, ocurrida esta semana en el debate matutino moderado por Jesús Cintora, no van a contribuir precisamente a que el emporio mediático del difunto Polanco recupere la hegemonía en el progresismo español. Escuchen a Arcadi Espada cómo pone en evidencia el sesgo intencionado con que la cadena critica que las empresas de seguridad , oh malvadas, pretendan ganar dinero a cambio de la prestación de un servicio.
Y finalmente una nota cultural. ¿Para qué sirven los programas del corazón con que Telecinco inunda diariamente su parrilla? Pues naturalmente para engrandecer el idioma español con el hallazgo de nuevos sintagmas. Atención al nuevo verbo inventado por la intelectual de plantilla Rosa Benito.