La Navidad es una época entrañable en la que las familias se reúnen y se olvidan las viejas rencillas para dar un testimonio de unión fraternal. Hasta los cuñados progres que todos padecemos son tratados como si fueran un miembro más del clan y hasta les permitimos que atormenten con sus chorradas más de cinco minutos seguidos. La familia de Jesulín de Ubrique no es una excepción, como lo demuestran su exmujer, la escritora y periodista Belén Esteban y su actual esposa, la Campanario. En esta ocasión, nuestra colega Belén Esteban especula sobre los supuestos rasgos porcinos que ambas mujeres se atribuyen mutuamente. ¿Quién parece más una cerdita, la Esteban o la Campa?
Mariló Montero hizo gala en las pasadas fiestas navideñas nuevamente de su talento para las entrevistas. Kiko Rivera, que ha iniciado una prometedora carrera en una de las áreas profesionales más exigentes (DJ en las discotecas del extrarradio), es un artista polifacético con una rica vida interior y muchas cosas que aportar a la humanidad; todas buenas. En esta ocasión, Mariló indaga en los pliegues más profundos del alma de este intelectual para discutir asuntos del mayor interés para audiencia matutina de TVE-1: la calidad de los desayunos de la Renfe y las arrobas de peso que, según Montero, le sobran a la criatura. La tensión se palpa en directo.
Cuatro ha comenzado una apuesta arriesgada en un campo televisivo que incomprensiblemente permanece sin explotar: los concursos de cocina. La cadena del grupo PRISA ha dado inicio a un concurso de talentos de repostería, cuyas pruebas de selección de aspirantes hemos podido ver en estos últimos días. En general todos los descartados aceptaron bien la decisión de los jueces, excepto esta rolliza aspirante a pastelera, María, que con su desdén hacia el programa dejó a los tres miembros del jurado estupefactos.
El gesto en el Bernabéu del jugador del Real Madrid Di María, acomodando sus apéndices mientras desfilaba hacia el banquillo tras ser sustituido en el partido contra el Celta, sigue trayendo cola. En el programa Tikitaka de la cadena Cuatro, nuestro compañero Juanma Rodríguez se las tuvo con Kiko Matamoros a cuenta del significado concreto de este feo gesto del futbolista argentino. El Penúltimo Raulista Vivo, de prosa brillante como saben bien sus lectores del blog, realizó una aportación notable al debate en términos lingüísticos: el cimborrio como conceto.