Los socialistas españoles son inasequibles al desaliento y después de arruinar a España ahora van a ver qué pueden hacer con Europa, un continente controlado por la derechona según la principal denuncia que Elena Valenciano formuló ante Ana Pastor este domingo. La candidata socialista a las elecciones europeas se sometió ayer al interrogatorio de la presentadora de El Objetivo, que en esta ocasión resultó algo menos agreste que cuando se sienta en el plató un representante de la versión patria de esa misma derechona, a pesar de los esfuerzos gestuales de la Pastor por aparentar que ella reparte estopa por igual a ambos lados del espectro.
Ana Pastor recibió a la candidata socialista con una batería de preguntas incómodas acerca de la supuesta regeneración política del PSOE tras el batacazo electoral de 2011, en el que Elena Valenciano igual tuvo algo que ver siendo como era la número dos del partido. Según la política socialista su formación lleva dos años "reseteándose", con tanto éxito que a día de hoy existen estudios demoscópicos que consideran probable una victoria por la mínima en las próximas elecciones europeas. La metáfora informática elegida por Valenciano suscita varios interrogantes, porque si un programa funciona bien no se entiende la necesidad de resetearlo, sobre todo si va a seguir siendo gestionado con los mismos algoritmos, con Rubalcaba y la propia Elena Valenciano haciendo de software. Esto de que un partido siga controlado por los mismos dirigentes y proponiendo los mismos disparates, pero pretendiendo que es un partido completamente renovado en personas e ideas, es uno de esos portentos sólo accesibles a las formaciones de mucho progreso como el PSOE, cuya autoridad moral obliga a aceptar sus incongruencias incluso a periodistas tan imparciales e insobornables como la gran Ana Pastor.
Pero Elena Valenciano había ido al programa de Ana Pastor a hablar de sus elecciones y a eso dedicaron el grueso de la entrevista para que el pueblo soberano acuda a las urnas el próximo mes de mayo debidamente informado. El programa del PSOE, según demostró la presentadora, es un canto a la metafísica basado en grandes principios que a nada comprometen, porque a día de hoy es imposible encontrar un solo europeo que no quiera que crezca la economía, aumente el empleo, mejore la educación o avance la sanidad, por citar cuatro generalidades incluidas en la oferta electoral del PSOE. Elena Valenciano se zafó como pudo de la insistencia de Pastor para que explicara qué es lo que propone su partido exactamente, si es que propone algo, pero enseguida ambas llegaron al consenso de que el gran peligro para Europa no es que los políticos fracasados en sus países quieran extender la ruina a todo el continente, sino la posibilidad de que en el parlamento europeo crezca la extrema derecha, con Marine le Pen como principal peligro para unas instituciones comunitarias que han de ser siempre y por encima de todo muy progresistas.
De hecho el enemigo ya está dentro de la fortaleza, porque Europa lleva una década gobernada por la derecha, según relató Valenciano a Ana Pastor poniendo cara de asquito, con el resultado de 126 millones de pobres en todo el continente a tenor de los datos que maneja la dirigente socialista. En consecuencia hay que votar al PSOE para acabar con la impronta reaccionaria que domina las instituciones europeas, llevando a Estrasburgo a socialdemócratas de tronío como los integrantes de la lista encabezada por Elena Valenciano
Al contrario que el resto de políticos, los progresistas no necesitan un programa detallado ni explicar qué pretenden hacer una vez ganadas las elecciones, porque su sola presencia en las instituciones es suficiente para convertirlas en fuente inagotable de bienestar para todos los ciudadanos y, por supuesto, las ciudadanas. La entrevista de Ana Pastor a Elena Valenciano ayer dejó nuevamente claro que votar al PSOE no es una decisión política sino una cuestión moral. Allá usted si se atreve a desobedecerlas.