La disputa entre Beatriz Montañez y Bertín Osborne acerca de la calidad democrática del régimen bolivariano de Venezuela no sólo ha tenido relevancia en el orden político. También la gramática se ha visto sacudida por la intensidad de este rifirrafe entre la presentadora de Hable con ellas y su invitado del pasado lunes, con el descubrimiento de un nuevo verbo que Montañez utiliza para acusar a dos compañeros periodistas que se atreven a criticar al líder de Pokemon... o Pablemos, o como se diga. El hallazgo se produce en torno al minuto 3.
El sectarismo de algunos medios de comunicación es objeto de crítica en numerosas ocasiones por las formas tan groseras en las que a veces se pone de manifiesto. Ciertos periodistas caracterizados por sus opiniones políticas de mucho progreso son a menudo blanco de la acusación de parcialidad. Por ejemplo el Gran Wyoming. Sin embargo hay una explicación mucho más prosaica para este aparente fanatismo ideológico, que el empleado de El Intermedio Joaquín Reyes explicó en el último programa de esta temporada: todo se reduce a una cuestión de tiempo. O más bien a la falta de él.
Diego el Cigala estuvo esta semana en El Hormiguero para contar sus últimos proyectos profesionales. La visita fue antológica por el estado entre eufórico y onírico en el que se encontraba el conocido cantante flamenco, como dejó claro cada vez que abría la boca para intentar responder a las cuestiones que le planteaba un alucinado Pablo Motos. En las redes sociales se desató inmediatamente una fiebre por saber qué marca de "refresco" consume el artista, al que acabaron llamando por aclamación popular "Ciego el Cigala".
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Acabamos con glamur. Carmen Lomana, elegante, sofisticada y muy pizpireta a pesar de que ha sobrepasado ya los cuarenta, dio una lección de saber estar en su participación del pasado domingo en El Club de la Comedia. Las acusaciones de que habla con acento pijo, algo de lo que ella no tenía noticia, tienen una razón que ella explica con la mayor de naturalidad, o sea, te lo juro.