La caverna mediática, celosa de la fama de los muchachos de Podemos, ha cargado muy duro contra algunos de ellos. Tan duro que, según algunos, el Coletas estaría pensando en sacudírselos de encima.
Pablo Iglesias y a Juan Carlos Monedero callan como estatuas... pero de nada les sirve frente a la sensibilidad sobrenatural de nuestros poetas, que les prestan la voz y la palabra.
PABLEMOS, INDIGNADO
por Monsieur de Sans-Foy
No pienso permitir ninguna duda
ni sombra que amenace mi futuro.
¿No veis que resplandezco y que fulguro?
Practico el sexo tántrico de Buda.
Tendré que prescindir de vuestra ayuda.
Os lleva la codicia al lado oscuro
y el culo os huele a pólvora y sulfuro.
Que os caiga la del pulpo, me la suda.
A Tania se lo dije, y a Errejón.
A ti te lo repito, Monedero,
que paso de comerme ese marrón.
Estoy por propiciar vuestra caída.
Si os tiro por la borda y acelero,
España me dará lo que le pida.
MONEDERO, LAGRIMOSO
por Fray Josepho
Pableras, te lo juro: que todo son embustes.
Mentiras de pantuflos, ataques del PP.
Pableras, tío, tronco, por eso no te asustes.
Tú déjalos que griten, que yo me encargaré.
Pableras, coleguita, ¿no ves que tienen miedo?
¿No ves que el Pueblo Entero nos da su bendición?
Pableras, chavalote, que todo es un enredo.
Nosotros no tenemos ninguna corrupción.
Pableras, compañero, no tengas ni una duda.
Su odio gigantesco nos hace sonreír.
Pableras, no hagas caso. La Historia nos saluda,
pues somos la semilla de un fértil porvenir.
Pableras, te conozco desde antes de La Tuerka.
Tú sabes que te quiero. Que voy donde tú vas.
Pableras, camarada, que el triunfo ya está cerca:
no quieras conquistarlo dejándome detrás.