Si están escandalizados por el Gran Hermano español, esperen a ver el argentino. Lo que ha pasado en su última edición casi no tiene explicación. Acaba de terminar el reality más parecido al programa Jersey Shore, donde los concursantes protagonizaban día tras día peleas, discusiones, agresiones, sexo explícito, insultos, problemas legales y visitas de la policía. Es decir, lo mismo que en el español, pero un poco más. Asimismo, en esta edición los participantes tenían unas reglas más flexibles con la entrada y salida de la casa, lo que ha complicado aún más las cosas.
Esta semana, la última edición del concurso se convirtió en Trending Topic tras las acusaciones de tongo en su final. No obstante, esta edición 2015 se convirtió en objeto de polémica desde casi su comienzo, cuando dos de los concursantes, Francisco y Eloy, se masturbaron en la ducha. En el caso de Eloy, calificado como uno de los participantes más tímidos de este año, tuvo que aplacar de esa forma el calentón que tuvo tras ducharse con una de sus compañeras. Pero se filtraron a la opinión pública las imágenes en las que se podía ver perfectamente sus genitales. Por otro lado, Francisco fue más disimulado y discreto cuando decidió hacerlo, pero las cámaras también tomaron la correspondiente instantánea.
Los medios argentinos han definido esta edición como la del "desenfreno y lujuria". Y es que además de lo anterior -y otros episodios similares- dos concursantes, Brian Lanzelotta y Marian Farjat, se atrevieron con el sexo oral pese a las cámaras. La producción ha explotado al máximo todas las discusiones, agresiones y el sexo dentro de la casa para aumentar los datos de audiencia. Grave error, ya que aún así no han conseguido los esperados. De hecho, han sido los más bajos desde la primera temporada de Gran Hermano argentino. ¿Qué ocurrirá en la próxima, si se les ocurre pisar el acelerador de la polémica?
Pero lo peor estaba por llegar. Nada más acabar esta edición los espectadores denunciaron por Twitter que el programa era un fraude tras la victoria del concursante Francisco Delgado. Él fue el único que no hizo un casting para entrar en la casa y tuvo contacto con el exterior en varias ocasiones sin ser penalizado. Lo cierto es que entró por formar parte de un escándalo de paternidad con la bailarina Gisela Bernal y el productor Ariel Diwan, personajes famosos en latinoamérica, para que el reality fuera un éxito asegurado.
Otro de los escándalos más sonados fue el que vivió Marian Farjat. La exconcursante fue denunciada por el consulado de Bolivia por sus comentarios xenófobos. La joven desveló con vergüenza en GH que su madre era boliviana, pero aclaró que vivía en una zona "de gente re bien" con "cero de cara de indígena". Insistió en que "era muy culta" y que "era blanca". El Cónsul General, Ramiro Tapia en TN, desveló que "han hecho la denuncia correspondiente".
Por último, otra de las concursantes, María Paz Delgado, está vinculada a una red de prostitución de lujo, la misma que fue involucrado como cliente David Bisbal hace pocas semanas en ese mismo país. La joven aparece en un vídeo, que es como una carta de presentación, en el que dice: "Hola, mi nombre es María Paz Delgado" mientras se gira. La joven explicó que lo hizo para potenciar su carrera como modelo y negó que tuviera algo que ver con ese escándalo.