Los directores de campaña han descubierto que en época electoral los candidatos han de esforzarse por evitar cuestiones ideológicas, programáticas o políticas, y dedicarse a bailar, cantar, posar medio en cueros o hacer el payaso ante las cámaras. Se conoce que eso da votos. ¿Pero es moralmente recomendable que nuestros políticos actúen de modo tan estrafalario?
Pues ahí discrepan Monsieur de Sans-Foy y Fray Josepho.
DANZAD, DANZAD, MALDITOS
por Monsieur de Sans-Foy
La primera dio en la diana:
sin poner ninguna pega,
Mari Tere de la Vega,
que era así de campechana,
bailó la danza africana.
Y hace poco, llega Iceta,
que es un gordo con chaqueta,
pone música y la lía.
(Pedro Sánchez se escondía,
porque no le comprometa).
¿Y Soraya, Sorayita,
nuestra vice de bolsillo?
¡Baila a saltos, como un grillo!
(Contoneos, los evita,
que ella es una señorita).
De Mariano, se ha sabido
que, en las juergas del Partido,
"es un tío muy bailongo".
¿Y la Cospe?, ¿toca el bongo?
(Si lo veo, me suicido).
¿Por qué queman los varones
y las hembras tanta grasa?
De repente, ¿qué les pasa,
que se ponen juguetones?
Van a ser las elecciones:
ven las cámaras y focos
y se ponen como locos.
Por mi parte, les aliento:
que disfruten del momento...
porque van a quedar pocos.
AMONESTAÇIÓN A LOS POLÍTICOS BAILONGOS
por Fray Josepho
Las danças son nefandas, las danças son dañinas,
ca muévense las carnes de formas libertinas;
las danças son maléficas, las danças son gorrinas.
¡Non dedes tantos bailes e datvos disçiplinas!
Dirá vuesa merced, Mesié, que soy arisco,
pero es que monto en cólera, egual que un basilisco,
al ver los gobernantes bailar música disco…
¡Valetme, Sant Millán! ¡Valetme, San Françisco!
Aquese tal Iceta, rechoncho e calvorota,
ca todo su mensaxe consiste en dar la nota,
se agita e faz cabriolas, commo si fuera idiota…
¡E ençima, mucha xente, por façer tal, lo vota!
E con el mesmo tipo, rechoncho e femenino,
tomó Soraya Sáez idéntico camino.
¡Sanfuá, qué despropósito! ¡Non veis qué desatino!
¿A quiénes encomienda la patria su destino?
Mover los esqueletos, cantar en karaoke,
correr millas urbanas, montar coches de choque,
sumirse en bufonadas, ridículo e descoque…
¡Tal son nuesos políticos, cabeças d’alcornoque!