Pablo Iglesias lo tiene todo. Elocuencia. Belleza. Apostura. Sabiduría. Progresismo. Carisma. Bondad. Amor por la gente. Solo le falta un himno. Y nuestros poetas, inspirados en el ejemplo del reciente himno a Evo Morales, en el que destaca el verso "la ideal Orinoca tu cuna tenió", se han puesto a la labor.
El resultado son las dos letras que vienen a continuación, para que el Pueblo (la Gente, mejor dicho) vote por una de ellas. A la espera de que un compositor progresista haga la música, Fray Josepho ha usado la popular melodía de "Que viva España", de Manolo Escobar, y Monsieur de Sans-Foy se ha basado en los acordes del himno de la Legión, "El novio de la muerte".
¡QUE VIVA IGLESIAS!
por Fray Josepho
(A los compases de "Que viva España")
Entre hambrunas, desahucios y manifas
nació Pablemos, nuestro libertador.
Solo el Che pudo soñar esa coleta
y esa barbita de líder redentor.
Y todo el mundo sabe que será
muy pronto en la Moncloa el mandamás.
Por eso se oye sin cesar:
¡Que viva Iglesias!
Y siempre se repetirá:
¡Que viva Iglesias!
La gente canta con fervor:
¡Que viva Iglesias!
Con él la crisis se acabó:
¡Iglesias, el mejor!
Tarará, tachún, tachún, tachún. Chis, pon.
En las noches progresistas de La Sexta
el share aclama al más agitador.
Y si alguien le menciona Venezuela,
Pablo responde con tono bravucón.
Por eso en el Estado aclaman ya
al nuevo líder plurinacional.
Por eso se oye sin cesar:
¡Que viva Iglesias!
Y siempre se repetirá:
¡Que viva Iglesias!
La gente canta con fervor:
¡Que viva Iglesias!
Con él la crisis se acabó:
¡Iglesias, el mejor!
Tarará, tachún, tachún, tachún. Chis, pon.
Qué bonito es su look de camarero,
y qué bonita su ausencia de champú.
Me emocionan su camisa y sus vaqueros
porque los compra en Alcampo o Carrefour.
Pablemos siempre ha sido y será
un mito progresista de verdad.
Laralalalalalalá…
¡Que viva Iglesias!
Laralalalalalalá…
¡Que viva Iglesias!
La gente canta con fervor:
¡Que viva Iglesias!
Con él la crisis se acabó…
¡Iglesias, el mejor!
¡IGLESIAS, EL MEJOR!
EL TRÉBOL DE LA SUERTE
por Monsieur de Sans-Foy
(A los compases de "El novio de la muerte")
Nadie en la Izquierda sabía
quién era aquel individuo
tan locuaz y tan asiduo
del altavoz y el plató.
Nadie sabía su historia,
cuando asomó la coleta,
con su cháchara obsoleta
de "la Casta, al paredón".
Y si alguno quién era le preguntaba,
se rascaba la chepa y le contestaba:
"Soy el trébol de la suerte
para la izquierda chusquera.
Voy a hacer que se despierte,
reclamando con voz fuerte
democracia bananera".
En el corral socialista,
anda cazando gallinas,
y a Garzón, tras las cortinas,
más que cariño le dio.
Cuando se llenen las urnas,
ya se verá lo que pasa:
si gobierna o si fracasa,
como la vez anterior.
De momento, repite como un lorito,
levantando las manos y a voz en grito:
"Soy el trébol de la suerte
para la izquierda chusquera.
Voy a hacer que se despierte,
reclamando con voz fuerte
democracia bananera".