Víctor Sandoval se convirtió recientemente en uno de los expulsados de Supervivientes y nada más salir, ofreció su entrevista exclusiva en la revista Lecturas. Este viernes se sentó en plató de Sálvame Deluxe para aclarar algunos puntos de aquellas páginas. El colaborador de Telecinco confesó que no lo ha pasado bien en los últimos años de su vida. "He sido un cobarde durante mucho tiempo y no me he atrevido a contar nada de mi vida, por eso te admiro por lo que has contado en tu libro", le dijo a Jorge Javier Vázquez en referencia a su libro "Ultimo verano de juventud".
El exsuperviviente habló abiertamente de su adicción a las drogas tras volver de Miami y terminar su relación con Nacho Polo. "Busqué gente cuando llegué a Madrid y pagaba por ciertas sustancias, sólo para abstraerme de todo, por mi pareja", aseguró. Víctor confesó que nunca había estado solo: "Primero vivía con Nacho Canut (miembro de Fangoria), y pasaba el día con él y con Alaska. Cuando me mudé, ya me fui a vivir con Nacho Polo. No sabía vivír solo. Me gastaba el poco dinero que tenía en vicios".
Como comentaba él mismo, uno de los peores años de Víctor Sandoval fue en 2011, se mudó a Sitges por recomendación de su psiquiatra. Allí él se convencía de que estaba bien y que iba a empezar una nueva vida, pero su comienzo en esa pequeña localidad costera no fue para nada idílica. Vivió una época muy oscura en la que llegó a sufrir una fuerte depresión.
Durante este bucle de drogas y soledad, el presentador reconoció que "las únicas llamadas que recibía por las noches tras hacer Sálvame eran las de Mila Ximénez y Kiko Hernández". Las de Mila se contaba en el programa, pero Kiko lo guardó siempre en secreto. "Kiko Hernández me salvó la vida, aunque no lo he contado nunca". El colaborador de Sálvame fue su gran apoyo, siempre estuvo encima en los peores momentos de Víctor, y así pudo salir adelante.