Las peleas dentro de la casa de Guadalix de la Sierra se han vuelto insoportables para los concursantes de Gran Hermano 17 y desagradables para los espectadores. La tensión ha llegado tan lejos que el programa les dio "la oportunidad de volver a empezar", tal y como explicó Jorge Javier Vázquez al comienzo de la séptima gala. La estrategia consistió en sentar cara a cara a los enemigos íntimos, por parejas, para que dijeran cómo se sienten e intentaran limar asperezas. Aunque probablemente, dada la trayectoria del reality, lo que se pretendía era obtener un poco de gresca gratuita para "disfrutarla" en directo. El experimento no salió demasiado bien.
Bárbara y Fernando se llevaban a la perfección al principio del concurso, pero su amistad se torció en cuanto se formaron los dos grupos. En la última semana, decidieron hacer las paces... ¿Quizá porque él estaba nominado y ella es una de las favoritas? "Estoy dispuesta a empezar de nuevo", dijo ella, a lo que él contestó: "Soy el primero que, con un perdón, se me va todo". Reconciliación conseguida… que no sirvió para nada, porque el andaluz se convirtió en el último expulsado.
Llegó el momento de Bárbara y Clara. Hay que reconocer que la última da especial miedo cuando se enfada y se pone a gritar sin pensar en sus compañeros... pero cuando está en directo, se transforma. Habría que recordarle que el público puede verla las 24 horas del día. Ambas se afanaron por "hacer las paces". "Sabes que me llevo bien contigo y he sacado la cara por ti, pero te pierden muchas cosas", le dijo Clara a Bárbara, aunque dejándole claro que el problema lo tiene con Adara. Dado que su enfrentamiento se recrudece cuando Bárbara discute con Fernando, íntimo de Clara, con éste fuera de juego es posible que llegue la reconciliación de verdad.
Salió Bárbara y entró Adara para enfrentarse a Clara, el enemigo a batir, incapaces de mirarse a la cara. "Tu ataque va a las personas que más quiero y no comparto tus acusaciones a esas personas. Tu actitud cambió conmigo cuando empezaste con Pol. De vuestra relación no he opinado nada". Sí ha opinado, de hecho lo hace todos los días. "Sí has opinado, me lo has dicho a la cara", le contestó Adara estupefacta. Clara, fiel a su estilo calmado en directo, le pidió disculpas por la frase vulgar que le soltó el fin de semana pasado, cuando la acusó de "comérselas de dos en dos".
Llegó el cara a cara más esperado. Miguel y Adara viven una lucha constante por el amor de Pol, el novio de ésta. La modelo entró en cólera cuando Pol le confesó que Miguel se le había declarado durante su estancia en el apartamento y ella, harta de que dijeran que estaba "loca de celos", estalló para bien. Miguel, capaz de llorar sin lágrimas, le llegó a decir que "no estamos siendo un ejemplo para la sociedad. No es una guerra, somos tres personas sufriendo. Por el bien de los tres deberíamos tener buena comunicación. Yo no busco nada más con él, solo que esté cerca mío y apoyo que esté contigo. Ojalá hubiera una pastilla que me hiciera desengancharme". Ella, dispuesta a pasar página, no se cortó en decirle lo que piensa: "Me empezaste a maquillar toda la historia, me dijiste (que estaba) enferma de celos".
El programa también reunión a Miguel y Pol, que sólo tuvieron buenas palabras el uno para el otro. Pero lo más destacado llegó con la emisión del casting de Miguel, un revelador vídeo en el que reconocía que "le pone" meterse en relaciones ajenas y que prefiere los hombres heterosexuales a los homosexuales. Ya lo sabíamos, pero ahora GH ha dejado claro que Miguel no es ninguna víctima en esta historia.
Miguel: "He sentido una leve erección" 😅 #Gala7GH17 pic.twitter.com/CeFumaA2H0
— Gran Hermano (@ghoficial) October 20, 2016
En esta ocasión, las nominaciones fueron en positivo y cada concursante debía elegir con quién le gustaría llegar a la final. El resultado: Bárbara, Alain y Rebeca nominados. Si esta última resulta expulsada, buenas noticias para Meritxell, que se muere de celos cada vez que ve juntos al francés y a la chica nueva.