Rebeca, de Gran Hermano 17, ha concedido una entrevista a Interviú. Cuando le preguntaron por el trato demasiado cariñoso con los hombres en la casa, señaló que "todos son muy cínicos" y lamentó que lo primero que piensa la gente "de una chica mona y cariñosa es que es una calentorra".
La concursante se queja de que "esta sociedad va de liberal, y de liberal no tiene nada". "No es que me juntara con los chicos, es que me junté con quien me dio la oportunidad. Si ser libre y moderna es ser una cachonda y calentorra, pues venga. Lo prefiero a ser una cutre", añade.
Rebeca cuenta que ella no hizo el "casting de llamar", sino el de búsqueda, y cree que en ella vieron "cordialidad y buen rollo. Que soy natural y sencilla y que voy con confianza, no con el hacha de guerra". Estos ingredientes no son, precisamente, los que más venden en la casa: "Sí, soy consciente, pero si todo eso lo metes dentro de un cuerpazo… pues a lo mejor ahí empiezo a vender".
La concursante afirma que "tenía claro que no iba a ganar, pero me apetecía saber si soy tan difícil a la hora de convivir o soy un perfil fácil para caer bien y estar en grupo", y señala que no se sintió bien tratada por el programa: "Antes de entrar fueron muy amables conmigo. Después, salí en la noche de Halloween y no tuve entrevista, no tuve preguntas de debate como el resto de mis compañeros, y luego creo que hubo un debate en el que se me llamó y se me sentó en el público… eso no me ha gustado".