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El renacer de Alonso Caparrós tras superar sus horas más bajas

El presentador entró en el reality de Telecinco por dinero y lo reconoció sin tapujos, pero la convivencia se le está poniendo difícil. 

El presentador entró en el reality de Telecinco por dinero y lo reconoció sin tapujos, pero la convivencia se le está poniendo difícil. 
Alonso Caparrós | Atresmedia

Alonso Caparrós es uno de los concursantes de la quinta edición de Gran Hermano VIP que gran parte del público conocía pero que apenas recordaba. Telecinco ha entrado en la tónica de recuperar "viejas glorias" de la televisión, como Ivonne Reyes o Irma Soriano, y el caso de Caparrós guarda grandes similitudes con el de Carlos Lozano en la pasada edición. Mucho antes de entrar como concursante de GH VIP, Caparrós tenía una opinión muy diferente de este tipo de programas: "Cualquier presentador que participe en un reality tiene mucho que perder y muy poco que ganar". Pero desde aquellas palabras ha pasado tiempo, las circunstancias han cambiado y sabe que esta es una oportunidad de oro para relanzar su carrera.

Aunque volvió a trabajar en un mundo que le apasiona, de aquel presentador adorado por su trabajo en programas como Furor queda un lejano recuerdo. Alonso pasó de estar en lo más alto a vivir un auténtico infierno. Desapareció por problemas personales y económicos, le faltaba trabajo y entró en un bucle de excesos insanos y salidas nocturnas que le hicieron tocar fondo. A pesar de todo, superó las dificultades y salió adelante con el indiscutible apoyo de su entorno más cercano.

Poco a poco volvió a introducirse en el mundo de la televisión y en 2014 comenzó su etapa como presentador de Punto Pelota en Intereconomía. Ahora presenta el programa Habemus Caparrós junto a Lara Dibildos, pero él mismo reconoció que necesitaba el dinero para pagar deudas y seguir adelante con su proyecto, una productora en la que ha invertido mucho tiempo e ilusión. "Sé a lo que me expongo y estoy bastante seguro de que el papel que voy a hacer es bueno. Una de las razones por las que entro, es porque Zeppelin es una productora con la que siempre he trabajado y cuidan mucho a la gente", reconoció en su entrevista en Sálvame. Y aunque no ha empezado con buen pie, salvarse de la última nominación ha sido un enorme empujón para él.

¿El nuevo Carlos Lozano?

Su situación recuerda mucho a la del presentador Carlos Lozano en la pasada edición de GH VIP, aunque a él no le gustan las comparaciones. "Yo prefiero no pensar en lo que pueda pasar ni hacer una comparación. Quiero salir de aquí con la cantidad de dinero que pueda sumar y seguir centrado en mi pequeño proyecto", dijo en televisión. Y es que tal y como reconoce su amiga y compañera profesional Laura Herrero a CHIC, Alonso siempre ha sido un hombre trabajador y apasionado de lo que hace.

Sí es cierto que su suerte puede cambiar, y mucho, gracias a su paso por el programa. En el caso de Lozano, Mediaset le ofreció ponerle al frente de Granjero busca esposa y parece que repetirá en la próxima edición. Pero para eso, Alonso primero tiene que pasar por lo mismo que sufrió el expresentador de Operación Triunfo, y ya se sabe que la casa de Gran Hermano no es un camino de rosas.

El concurso de Lozano se vio ensombrecido por su mala fama, los excesos del pasado y su fuerte carácter y a Alonso Caparrós le está ocurriendo algo parecido. Las primeras semanas han sido muy duras para él y se le está atragantando la convivencia, pero ya se sabe que nadar en contra del grupo grande en esa casa puede suponer tu sentencia de muerte o al menos un buen quebradero de cabeza. Su entorno más cercano reconoce que no están viendo al auténtico Alonso, esa persona con un increíble sentido del humor y con muchas ganas de aprovechar la oportunidad de que se le está brindando.

Y el programa tampoco se lo está poniendo demasiado fácil. Empeñados en buscar un villano oficial al que acusar de provocar todas las peleas de la convivencia, una vez expulsado Toño Sanchís del concurso, parece que el siguiente malo de la película es Caparrós, y eso que entre ellos no se llevaban bien. Nadie niega la evidencia, tiene un gran (y a veces mal) carácter y en ocasiones su comportamiento no es lógico. Incluso su propio padre, el mítico periodista Andrés Caparrós, reconoció que le sale el genio que ha heredado de él. Pero hay que reconocerlo, esto es un programa de entretenimiento, y Alonso es capaz de entretenernos.

En el caso de Carlos Lozano, también fue el blanco fácil de las nominaciones, pero supo demostrar su autenticidad y se alzó como segundo finalista. Si los nervios se lo permiten, Alonso es capaz de aportar mucho más a la casa de lo que estamos viendo. Ya hizo un amago de abandono durante la segunda semana de convivencia y reconoce que no encaja con el resto de compañeros, pero es capaz de seguir adelante con esa personalidad arrolladora y buen humor que un día conocimos en televisión. Nunca ha mostrado sus aspiraciones a ganar, pero todavía tiene mucho que aportar al concurso.

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