El programa Cazamariposas de Divinity emitió este martes una minuciosa investigación sobre la polémica que se generó tras la emisión de Objetivo Eurovisión, la gala presentada por Jaime Cantizano, que decidió el representante para el festival musical de este año. El cantante Manel Navarro salió victorioso, entre acusaciones de enchufismo por parte de los eurofans, que vieron como Mirela, la favorita, se quedaba a las puertas.
La investigación se centró en la figura de los compositores de los temas, que según Cazamariposas, son los que realmente sacan beneficio de las canciones que interpretan los artistas. Según declaró Diego Bravo, mánager del cantante Rafa Blas, uno de los candidatos a representar a España en el Festival de Eurovisión de 2017: "Las canciones de Eurovisión tienen muy poco recorrido, pero generan muchísimo dinero en derechos de autor que ya suenan en muchos sitios, aunque el cantante no la interprete en directo". "Si se presentan infinidad de canciones, al final el círculo siempre es el mismo".
Los productores de Eurovisión se repiten constantemente, lo que señalan que no es coincidencia. "Ahí puede estar la respuesta al fracaso eurovisivo de España en los últimos años. Los productores sólo buscan el éxito económico".
De hecho, en ocasiones los cantantes llegan a perder dinero al presentar su candidatura al festival, ya que deben costear de su propio bolsillo la producción del tema musical propuesto. Destacaron el caso de Chipper, exconcursante de Operación Triunfo, que tras prometerle un puesto como finalista de Objetivo Eurovisión y gastarse miles de euros en la canción, se cayó de la lista final. Según declaró William Luque, productor musical, el propio cantante habría dejado de trabajar con Rafael Artesero, por recomendación del propio compositor, ya que era "mejor que trabajase con un compositor internacional".
Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, tras publicarse la lista de finalistas, él no se encontraba entre ellos, mientras que Maika Barbero, que seguía trabajando con Artesero,sí había sido seleccionada.
Comunicado de RTVE
Todo el proceso de elección del candidato a Eurovisión se ha realizado de acuerdo a las normas establecidas por la Unión Europea de Radio y Televisión, organizadora del Festival. Todos los candidatos, 405, fueron informados y aceptaron las normas establecidas que se hicieron públicas con anterioridad al inicio de cada fase del proceso. Además del candidato elegido a través del Eurocasting, TVE hizo un proceso de selección de otros cinco candidatos buscando entre cantantes y artistas con una carrera ya iniciada. En su mayoría, estos cantantes habían participado en talent shows o habían aparecido en otros programas de televisión.
El jurado de Objetivo Eurovisión estaba formado por tres reconocidos profesionales con criterio independiente, representantes de emisoras de radio de tres de los mayores grupos de comunicación de este país. Por evidentes razones profesionales, los presentadores de radios musicales suelen tener contacto con los artistas, cantantes y productores musicales. El jurado votó en primer lugar, sin conocer el voto del público.
Cuando ejercieron el voto de calidad del desempate, ninguno de los tres modificó su primera votación. Que el voto del jurado sea decisivo no es algo extraordinario. El año pasado, en la elección de Barei, los jurados nacional e internacional acumularon el 60% de representatividad y el público tan solo el 40%. Este año, el peso del público se incrementó al 50%, por lo que el llamado voto de calidad se asignó al jurado, práctica muy habitual en otros países. Todo el proceso de televoto de Objetivo Eurovisión contó con la presencia de un notario.
TVE lamenta profundamente los incidentes que empañaron la final del programa y es consciente de que este comportamiento fue seguido por unos pocos y que la mayoría de los seguidores del Eurovisión apoyan el festival y al representante español. TVE, por supuesto, recoge todos estos comentarios que contemplará en futuras ediciones, siempre con intención de mejorar.