Menú

La canallada de Víctor lanza 'Top Chef' al siguiente nivel

El Palmeral de Elche y la Albufera de Valencia fueron el escenario de las pruebas destinadas a volver locos a los Top Chef.

El Palmeral de Elche y la Albufera de Valencia fueron el escenario de las pruebas destinadas a volver locos a los Top Chef.
Víctor, en Top Chef | Atresmedia

Tercera entrega de la nueva y flamante temporada de Top Chef, en Elche (tierra natal de la juez Susi Díaz) y con el pescado como protagonista. La misión, integrar ese ingrediente base con el producto de la tierra, pero de una manera muy particular: dos productos de la mesa del mar y dos de la mesa de productos de tierra, en total cuatro ingredientes para volver locos a los aspirantes a la inmunidad.

Pero con limitaciones, porque si no esto no sería Top Chef: esta vez estaba prohibido coger los productos, ya fuera de la mesa del pescado o de la tierra hasta que sonase la bocina. Una idea diabólica destinada a limitar los movimientos y los tiempos de los chefs y, claro, a generar tensión entre ellos. Y así, cocinando sin saber qué o cuántos ingredientes va a requerir la prueba, los aspirantes comenzaron su espiral de jugarretas… por no hablar de la consiguiente estampida animal para coger el ingrediente deseado antes que el contrincante. Si no se incorpora el ingrediente, quedan descalificados. ¿Nerviosos?

Porque esto una competición, y hay que ganar. Pero a lo largo del programa conocimos muchas de las historias de cada uno, por aquello de darle el toque emotivo o de humor. Tomás, que volvió a contar que lo hace todo por su padre; el confiado y sólido Víctor, el único que ya tiene una Estrella Michelín del grupo. Y qué me dicen del argentino Filippetti, uno de los personajazos de la edición. Pablo lo intentó maridar con unos dedos de Buda, una extraña planta aromática, pero Richard y Melissa quedaron descalificados: no llegaron a incorporar uno de los ingredientes de una de las mesas. El palmeral puede volverte un poco loco.

top-chef-elche.png
Tensión en los Palmerales | Atresmedia

Las verduras del desierto es el perfecto matrimonio con el pescado. Así lo explicó Susi Díaz, la juez protagonista de la jornada, que para algo es de Elche. Y a la hora de mezclarlos, el brazalete de la primera prueba fue para el peruano Víctor Gutiérrez, propietario del restaurante que lleva su nombre en Salamanca y orgulloso poseedor de una estrella Michelín. Él fue el más sereno y brillante del grupo en la primera mitad del programa y por eso se llevó los honores de la primera prueba, perfecto testimonio de sus más de diez años de experiencia en el local.

Su éxito en la primera mitad abrió la puerta a la segunda prueba en grupo, sita esta vez en la Albufera valenciana. Con una particularidad: cada equipo debía pescar su materia prima, no recogerla de la despensa, lo que sin duda requirió de habilidades extra culinarias.

Y además cocinando en dos grupos, ya que a Víctor se le concedió el privilegio de elegir dos jefas de equipo, que resultaron ser Rakel y Melissa. Esto no es anécdota, sino pura y dura estrategia, y así lo entendió Víctor. Se trata de las rivales más débiles, en opinión de Víctor, que además tienen feeling entre ellas. Como jefas de equipo, ambas quedaban en equipos rivales y, por tanto, enfrentadas entre las dos y con los respectivos equipos contrarios. ¡Canalla!

Con el concurso lanzado a otro nivel más agresivo, todos fueron conscientes de lo que empezaba a estar en juego. Pero antes hubo que aprender a pescar anguila y a cocinar con cuchillos antiguos, fuego de brasa y un caldero en lugar de los modernos instrumentos de Top Chef. Todo muy tradicional, porque tradicionales iban a ser los comensales: pescadores de la Albufera, absolutos señores a la hora de cocinar el All i Pebre.

El equipo de Rakel fue en cabeza, pero en completo desorden y sin saber cómo hacer fuego para el caldero. Los de Melissa no iban mucho mejor, pero la habilidad de Filippetti con la leña impulsó el asunto hacia delante. Por eso ganaron, y Víctor, en el equipo de Rakel, al final se llevó un zasca salvado solo gracias al brazalete de inmunidad.

tomas-top-chef.jpg
Tomás, segundo expulsado de Top Chef | Atresmedia

Pero al final, la banca gana, y uno de los fuertes del equipo perdedor se tuvo que ir para despejarle el camino. Y no, no fue Rakel, que acabó recibiendo alabanzas por doquier del jurado. Cocinado ante la atenta mirada del invitado especial del día, el Chef del Mar Ángel León, el pescado de Tomás no acabó de convencer a Chicote, Díaz y Roncero. De modo que un emocionado chef tuvo que coger los cuchillos e irse fuera, pese a la pena generalizada de todo el mundo.

Y en el fondo de todo, un estratega, Víctor, un buen cocinero que, además, va a por todas y jugó sus cartas de la manera más hábil posible.

Temas

En Chic

    0
    comentarios