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Lo que Víctor se estaba guardando y el castañazo que provocó en 'Top Chef'

El talent-show Top Chef encara la recta final de esta tercera edición.

El talent-show Top Chef encara la recta final de esta tercera edición.
Víctor, a lo suyo | Atresmedia

Décima semana de competición y Top Chef se acerca a la recta final. Ya no habrá inmunidad ni perdón para nadie. Tampoco amigos entre los concursantes, por mucho que el cariño sea evidente en algunos casos.

Pero antes, hay que desayunar. Esta vez el menguado grupo fue atentamente observado por sus respectivas madres, dispuestas a recordar a los topchefs la importancia de la primera comida del día. Pero no perdamos de vista lo importante entre tanto reencuentro y sentimiento: esto es una competición y los 30.000 euros, el libro de recetas y los cien cachivaches de cocina en juego están cada vez más cerca para Víctor, Melissa, Montoro, Rakel y Richard, los cinco que quedan en pie de cara a la final.

El caso más emotivo, el de la madre de Víctor, Cremilda, no solo la de mayor edad (82 años) sino también la más lejana. Llegada directamente de Perú y dispuesta a ver a sus nietos, a quienes no conocía, fue la encargada de humanizar la figura de Víctor, hasta ahora el más serio de los chefs supervivientes. Y no, no nos olvidamos del de la gran rival del peruano, Rakel Cernicharo, a quien adoptó su tía Piluca, que ejerció de madre debido a su situación familiar.

¿Cosas a tener en cuenta? La complicidad de Rakel y Richard, que incluso hicieron el mismo plato (torrijas) certificando que la propietaria del Karak ya no quiere nada con su examiga y ahora rival, Melissa Herrera, del Restaurante del Mar. La bronca a Montoro, que se limitó a ensamblar unos sándwiches colocándose como el indiscutible perdedor de la prueba, y el palo de Chicote a Rakel… pero no por el plato, sino por una cuestión de actitud: su desayuno era tan estético que contrastaba con su labor cuando ejerce de jefa de cocina, cuando tiene que trabajar en equipo. Pero cuidado con la tosta de Víctor, con sabor peruano y muy rica, tanto que se alzó fácilmente con la victoria en la primera prueba.

Entonces el cocinero más veterano del grupo, Víctor, confesó su gran secreto: "Yo soy diestro pero he estado cocinando con la izquierda", dijo un subidísimo chef, animado por la presencia de su madre y advirtiendo que, a partir de ahora, se disponía a cocinar con su mano buena.

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Montoro pierde la primera prueba | Atresmedia

Ponemos rumbo a Asturias para la segunda prueba, esta vez en compañía de las mamás. Pero no se crean que esto es una ayuda, no. De hecho, al contrario: muchas de las madres no son precisamente duchas en la cocina, pudiendo retrasar a los protagonistas. Fuego lento y mucho sabor natural típico de la región para un plato elaborado con castañas, convertida en el ingrediente principal del nuevo plato. La única ayuda, la que recibió Víctor, el único que pudo usar castañas peladas por haber ganado la anterior prueba y un comodín para paralizar durante cinco minutos al concursante de su elección, dejando en solitario a su madre cocinando el resto del plato. Es el momento de la estrategia…

Y aquí la veterana Cremilda, mamá de Víctor, demostró que vale su peso en oro. No solo su hijo es uno de los contendientes más fuertes de la edición, sino que su madre –con la que cocinaba por primera vez– resultó ser su mejor aliada.

Segundo factor: la estrategia. Víctor inmovilizó a Rakel en el momento más inoportuno, "porque me cae mal y quiero que pierda". La verdad, aparte de eso, es que la dueña del Karak es la principal oponente del peruano… y por eso Víctor no paralizó a la chica una vez, sino dos veces, en lugar de repartir la segunda tarjeta a otro rival. De modo que Rakel estuvo en total diez minutos observando impotente a su inexperta tía hundir el plato que preparaban. "Me parece perfecto que le haya dado los dos comodines, mientras no me los dé a mí", dijo su examiga Melissa. Pues sí: una tremenda faena tras la que podemos dar por finiquitada la relación de Rakel con los dos.

Los jueces fueron esta vez los familiares de Montoro, Rakel, Víctor, Richard y Melissa, que repartieron bofetadas para todos. Sobre todo la esposa de Víctor, la más dura (sin saberlo) con el plato de su marido, probablemente atribuyendo a otro (Montoro) su autoría.

El ganador fue Montoro, resarciéndose de su fracaso en la primera prueba. El chef se gana el paso a la siguiente semana, la undécima, con los cuatro restantes de cabeza a la última oportunidad. Una de cal y otra de arena, Montoro.

Rakel, Víctor, Melissa y Richard volvieron a Madrid, centro neurálgico del talent show de Chicote, Susi Díaz y Paco Roncero. Y se lo jugaron todo con los postres, postres encargados por sus respectivas madres. Bizcocho para Melissa, flan para Rakel, bizcocho para Víctor y arroz con leche para Richard….

Para el malagueño las cosas no fueron bien desde el principio, mezclando la espuma a ojo y recociendo la leche en la cacerola. Ojo, no tanto como a Melissa, que metió una pasta caliente en la máquina de hacer helados ¿Conseguiría salvarlo? El experimento que llevó de cabeza a la eliminación fue el de Richard, que cometió el error de añadir el azúcar a la cocción del arroz en su arroz con leche. El afable y noble Richard, querido por todos, se retiró con un plato correcto pero insuficiente a estas alturas de la temporada de Top Chef. De modo que apunten estos nombres: Víctor y Rakel, los muy probables finalistas de esta tercera edición del programa.

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Richard se va de Top Chef | Atresmedia

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