La Audiencia Provincial ha desestimado la demanda contra Pesadilla en la cocina por segunda vez. La justicia da de ese modo la razón al programa conducido por Alberto Chicote tras la demanda por "comentarios vejatorios e injuriosos" en el programa emitido en mayo de 2013.
Según publica Vertele, la demanda del propietario de La Mansión de Navalcarnero, José Luis Sanz, contra la productora, el programa y el presentador fue desestimada en primer lugar el año pasado, en 2016, cuando se resolvió la demanda presentada en el Juzgado de Primera Instancia de Navalcarnero por "intromisión ilegítima en el honor".
Sanz, copropietario junto a un socio que abandonó el proyecto, causando que el primero tuviera que hacer frente a toda la reforma en solitario, tuvo que desembolsar el coste de una obra que finalmente fue el doble de lo presupuestado. Su madre –informa Vertele– accedió a hipotecar la casa para hacer frente a los gastos.
En la demanda, Sanz señala que el cocinero no solo no ayudó sino que se cebó en la crítica a su persona, todo ello con un "lenguaje soez" y "acciones inmorales", "dañando la imagen del restaurante hasta hundirlo de manera irreversible".
Tras desestimarse la demanda en 2016, el propietario decidió recurrir ante la Audiencia Provincial de Madrid, algo que no ha cambiado el resultado. La Audiencia ha considerado que no existe vulneración al honor alguna, por estar las críticas ceñidas a la calidad de la comida del local. Ahora, Sanz deberá pagar las costas del juicio.
No es la única demanda a la que tendrá que hacer frente el programa de Chicote. Precisamente, José Luis Sanz forma parte de la asociación de locales que tenía previsto demandar a Pesadilla en la cocina tras el trato y resultados de su paso por el programa.