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'MasterChef' dice adiós coronando a Jorge en una final al límite

Una reñida final sin malos rollos pero mucha, mucha tensión, puso el punto final de la quinta edición de MasterChef

Una reñida final sin malos rollos pero mucha, mucha tensión, puso el punto final de la quinta edición de MasterChef. 
Jorge gana Masterchef | RTVE

De 20.000 personas que se presentaron a las pruebas para conseguir la dichosa chaquetilla, solo quedan cinco. Y de esos cinco, uno. La final de MasterChef, adelantada por sorpresa al miércoles, enfrentó a Edurne (inmune), Miri, Jorge, Nathan y Elena. Ante los atentos ojos del triple Estrella Michelín Paolo Casagrande dio comienzo el primer reto, destinado a elegir el segundo aspirante que protagonizará el combate final a tres.

El reto era copiar a la perfección el espectacular pichón en salsa de manzana que Casagrande se dispuso a elaborar ante ellos… pero sin posibilidad de hacer preguntas o visitas. ¿Suena fácil? Como se imaginarán, no lo era. Casagrande demostró ser algo parecido a un robot a la hora de encadenar las mil elaboraciones del plato. Y pese a la ausencia de límite de tiempo, el resultado fue una contrarreloj absolutamente salvaje, especialmente para Elena, la que más sufrió a la hora de seguir los pasos del chef. Gelificantes, envasados al vacío, elaboración de bombones de aceitunas, segmentación de cítricos, dolor y confusión, sobre todo la de Miri, que a menudo cogió los ingredientes preparados por sus compañeros en lugar de los suyos… ¿sin querer?

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Los jueces, atentos | RTVE

Miriam, caótica, entregó un plato desordenado pero con una buena cocción del pichón. La instagramer de las manos largas (la bloguera cogió varias cosas que no eran suyas), eterna enamorada de Jorge, sacó un plato bastante guarrete y sin una salsa elaborada. Nathan se llevó la mayor bronca: hizo un par de bromas que no fueron bien recibidas por Jordi Cruz (quién lo diría) y presentó un plato sin algunas de las elaboraciones básicas pero bastante rico. Y llegamos a Jorge, que no puso la salsa de carne pero, salvo eso, lo clavó.

Y la chaquetilla fue para Jorge, estaba claro.

Pero volvamos a Miri, Nathan y Elena, que se enfrentarían en una segunda prueba de exteriores creada para obtener el último de los chefs de cara a la gran final. Nos vamos al hotel Relais & Chateau Orfila para elaborar un menú de seis platos diseñado por el propio Jordi Cruz y a repartir dos para cada uno de los tres semifinalistas…. pero para ocho exigentes comensales de la Real Academia de Gastronomía, en la que –por cierto- estaba presente un calladísimo marqués de Griñón. Por supuesto, el juez no se lo iba a poner nada fácil.

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Miri, en alerta | RTVE

La cosa quedó así: Elena, muy nerviosa, tuvo que hacer una fabada con almendras y un taco de maíz con miel caramelizada. Era tan complicado que su plato, planificado como el primero, tuvo que salir el segundo a favor del de Miri, enredada con una bullabesa infusionada de gambas y un rape complicadísimo de cortar con crema de jerez. Y llegamos a Nathan, que siempre se enreda con la técnica y los chistes, y que se fue a por los postres con un risotto de piñones y un brownie con chocolate fundido y especias… y a quemar el mantel, lo que mereció la enésima reprimenda de Jordi. El aspirante, no obstante, consiguió acabar con la maldición de los postres de esta edición de MasterChef.

La segunda chaquetilla fue para él, porque pese a ser el más abroncado por Jordi Cruz, supo atreverse con lo más difícil. Con Elena como cuarta opción y Miri como quinta, nos vamos directos a la final.

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La mujer y el suegro de Nathan | RTVE

Acompañados de sus familias y en el plató de MasterChef, el trío Edurne/Nathan/Jorge afrontó la última prueba de la quinta edición del talent show de RTVE. El menú de Jorge fue un gazpacho de chirimoya con berberechos, un cordero con dátiles y un postre de canutillos y gelatina de cítricos. Nathan optó por una barbacoa vegetal que denominó "como en casa" y que fue duramente criticado por Jordi, pero no el resto del jurado, así como la misma lubina a la japonesa que preparó en la prueba de acceso, pero convenientemente perfeccionada. Falló en el postre, una crema catalana a la que le faltó algo. El de Edurne, la veterana del grupo, fue un puré de alubias con berzas moderno pero reconocible y unas manitas de cordero que asombraron a Joël Robuchon, multipremiado chef francés que ha rechazado avalar a todas las ediciones de MasterChef... salvo la española, ejerciendo de juez en la final.

La tensión se notaba en el ambiente, con todos los contendientes y sus familias animando desde el plató. Ni siquiera Nathan hacía sus habituales bromas. Y por eso todo quedó entre Edurne y Jorge, que casi siempre fue el favorito... y cumpliendo los pronósticos, resultó el ganador indiscutible. El plato que le dio el triunfo fue el llamado "beso de Jorge", ante el que todos cayeron rendidos. Y que dio pie a todo tipo de chistes, incluyendo Miri, que no pudo evitar la risa tonta ante la idea que sugería el plato.

El apuesto exfutbolista granadino, con su amistad con Nathan y su tensión romántica con la no menos bella Miri (ambos físicamente perfectos), que se presentó fuera de plazo a la cuarta edición y logró colarse en la quinta, remató así una temporada genial y sorprendente, creciéndose ante la adversidad y evolucionando a cada programa, mostrando un inesperado romanticismo en sus platos y atrevimiento a la hora de afrontar todas las técnicas.

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