Isabel Pantoja sigue siendo una artista en toda la extensión de la palabra, después de 2 años y medio sin subirse a un escenario, es impresionante ver como lo llena con su sola presencia. La expectación estaba servida, y desde las primeras horas de la tarde, los alrededores del WiZink Center, ya estaban abarrotados de fans, a pesar de que la hora del comienzo del espectáculo, que era a las 21 horas de. Los bares abarrotados de público, y la música de La Pantoja a todo volumen, y la gente cantando mientras se tomaba algún pincho antes de ver a su artista preferida.
No se hizo esperar y a la hora prevista, se apagaron las luces y comenzaron a escucharse los primeros acordes de su último trabajo. En ese momento apareció la estrella, que para la ocasión eligió un traje largo en tonos bordados geométricos en hilo de plata, muy ceñido marcando una espléndida figura, mangas abullonadas hasta los puños y escote con transparencia, confeccionado por Lucas Alonso Cozar, un diseñador de Almonte. El pelo muy tirante dejando una enorme melena reforzada con un gran postizo. Un maquillaje muy acertado con brillantes en los parpados.
De voz siegue estando perfectamente, lo malo es cuando el sonido no es todo lo bueno que debiese ser y es cuando surgen los inconvenientes, y la artista se desespera, ella misma tuvo que pedir que arreglasen el problema. Parece ser que hubo una avería en las mesas de luz y sonido. "He usado un dicho gitano que dice que lo que bien empieza mal acaba, y lo que mal acaba, bien empieza". Así lo explicó dirigiéndose a los que ocupaban las gradas mas alejadas. El antiguo Palacio de los deportes estaba al 90% de ocupación, más de 12.000 personas.
Isabel hizo un repaso de los mejores éxitos como "Marinero de Luces", "Era mi vida él", "Se me enamora el alma", "Hasta que se apague el sol", dedicada a sus nietos, y también hubo un apartado a la copla, a la rumba, y un popurrí, de otras canciones.
Entre el publico se pudo ver a su sobrina Anabel, que llegó acompañada de su novio Omar, Belén Esteban, el Maestro Joao, Raúl Sénder, Raquel Bollo, Oscar Lozano, Juanito El Golosinas, entre bambalinas estaba su hijo Kiko Rivera, y su mujer Irene Rosales.
Tres horas de concierto en la Isabel dio todo, y el publico estuvo volcado con ella. Solo huno un cambio de vestido, y a los acordes de uno de sus temas de siempre, "El Señorito", un chotis en homenaje a Madrid, la arista apareció con un smoking de lentejuelas, con ribetes en azul, que estaba realmente guapa. A continuación, un grupo de drags, aparecieron para cantar con ella, su último trabajo discográfico, que lleva por título "Enamórate". Todo un éxito, donde el publico no dejó de vitorearla, hasta le pidieron matrimonio desde una grada. Y no pudo faltar el famoso ¡Ay, Ay, Ay, Pantoja es lo que hay!
