Nuestras últimas entradas en este blog fueron antes del verano y ya anticipaban lo que deseábamos hacer en esa estación. Por fin Fangoria nos tomábamos descanso de conciertos estivales (sólo lo hemos hecho dos veces en quince años), por fin íbamos a tener un mes entero de ocio absoluto. El plan inicial era alquilarnos una casa de campo y estar allí todo el tiempo, sin hacer nada y recibiendo a los amigos y la familia.

Según se acercaba la fecha, descubrimos que no podíamos lanzarnos al alquiler de la casa porque otros planes se iban interponiendo en el camino. Primero, al estar liada con el programa de televisión de Alaska y Segura en primavera, me retrasé con la preparación del nuevo disco de Fangoria, así que tocaba ponerse al día. Y luego fueron surgiendo otros proyectos a los que no hemos podido (ni querido) decir que no. Por ejemplo, para despedir el mes de junio, esos conciertos en la ciudad de México de Fangoria, Nancys Rubias y Miranda! Y, sobre todo, la grabación de una nueva temporada del programa Alaska y Mario para MTV.

Así que hemos pasado períodos de mini-vacaciones de dos o tres días (grabados y recogidos para el programa) alternados con los trabajos habituales, como mi colaboración en esRadio. Tú tendrías que haber avanzado más en el libro que tienes que entregar y yo tendría que haber hecho lo mismo con el disco, pero no ha sido posible. Por eso ahora nos encontramos un poquito apurados en los plazos, porque además septiembre siempre viene cargado de actividades extra. Todo se andará.

Finalmente la temporada de verano ha tenido buenas dosis de piscina. Empezando por la del Hotel Camino Real en México. Como tenía que cantar no me bañé por si acaso me resfriaba (ya sabes que soy hipersensible a los enfriamientos), pero sí disfrutamos de algún almuerzo junto al agua.

Tampoco faltaron nuestras visitas al Hotel Emperador en Madrid. Lo cierto es que todavía podríamos aprovechas un poco el calor hasta que termine la temporada, pero como tengo que cantar durante septiembre y octubre, igual no me animo.

La generosidad de Elena Benarroch nos permitió disfrutar de su piscina marbellí, aunque el descanso no fue completo al tener tú que pinchar en el desfile que organizó para Starlite. Pero lo bien que descansamos, la compañía y los baños nos sirvieron para desconectar y disfrutar.

La Pool Party del Fabuloso en las Rock Nights del Hotel Pikes en Ibiza organizada por Silvia Superstar también nos sirvió para alternar ocio y deber. Una noche movidita con nuestra ocupación como discjockeys y lo que vino después, pero también mucho tiempo libre para bañarnos, no sólo en el Hotel Pikes, también en el Hotel Tropicana, donde nos alojamos la primera noche, muy mono y mucho más cercano a Miami que a la Ibiza típica.

Don Viejo, la casa de campo de Topacio e Israel, se ha convertido en el nuevo cuartel general de esta familia inmensa que tenemos y que va más allá de los lazos de sangre. De nuevo la generosidad de los anfitriones hace que cada estancia sea memorable y nos abra las ganas de tener nuestra propia casa fuera de Madrid. Pero sigo pensando que todavía no ha llegado el momento… si es que llega.

Finalmente, entre tanta piscina, conseguí convencerte para que nos escapáramos a una granja-escuela. Atiborrada de antihistamínicos para que no me fueran a dar alergia me dediqué a acunar a las cabritillas. La experiencia me provocó sentimientos encontrados. Por un lado no puedo estar más que agradecida a los dueños de la Granja Escuela Fuente Alberche por su amabilidad y su cariño. Pero por otro, me doy cuenta que en el ámbito rural los animales son animales y tienen una función (alimenticia, como ayuda en el trabajo) y no se tienen esos miramientos y sensibilidades de niña culturizada por los dibujos animados de la Disney para la que todos los animalitos son Bambi y Tambor.