Hola amor, te escribo rápido porque me voy corriendo. ¿Qué hora es? Llego tarde. No tengo tiempo.

Ya sé, siempre igual. Parezco el conejo de Alicia en el País de las Maravillas. Si un psicólogo jungiano me pidiera que eligiera el arquetipo que mejor me define, sin duda sería este conejo acelerado. Yo creo que aunque no tuviera nada que hacer tendría esa actitud, está en mi naturaleza. Aún así has de reconocer que es un misterio cómo conseguimos hacer todas las tareas que nos proponemos. Supongo que robando horas al sueño y al ocio puro y duro. Hace poco Nancy O insinuó que quizá nos apeteciera hacer un poquito de downshifting, es decir, bajar el perfil de nuestra exigencia con el trabajo para disfrutar de eso que llaman los placeres de la vida. Consiguió sembrar la semilla de la duda, porque días después nos descubrimos hablando sobre el tema. Lo único que hicimos fue reafirmarnos en nuestra convicción : que aquí y ahora estamos encantados con nuestras agendas rebosantes. Lo bueno de la situación es la sintonía. Sería un desastre que uno de los dos necesitara otro tempo. De momento vamos bien.

Una de las múltiples actividades a la que hemos dedicado nuestro tiempo fue el calendario que editó la Fox con motivo del estreno de la segunda temporada de la serie Walking Dead, donde tuvimos que encarnarnos en una parejita de zombies anclados en el día de su boda. Sé que tú participaste encantado, pero en el fondo te da más igual el mundo zombie-gore-comic-efectoespecial, así que me consta que lo hiciste como un regalo para mí, fanática del tema. No disfrutaste especialmente con la sesión de maquillaje, y eso que tenías a una de tus chicas favoritas al cargo, Bea Matallanas. Cada vez que los especialistas en FX (que así se dice) se acercaban a ponerme más sangre, más heridas o más venas, les decías que ya estaba bien ¡pero si yo quería más! Te recuerdo que a finales de los años ochenta estuve a punto de matricularme en una academia especializada en Nueva York para aprender a crear maquillaje para cine de terror. En fin, gracias por tu colaboración, me ha hecho mucha ilusión hacer por fin realidad lo que cantaba, ya sabes, tener un novio zombie.

Para Fangoria el género de terror ha sido un pilar muy visible. Bueno, es algo que viene de siempre, de Pegamoides, de Dinarama. Si bien no es nuestra única influencia, ha estado siempre muy presente. Y eso que le toca convivir con fascinaciones antípodas, como Jardiel Poncela, el cine de Berlanga padre, Saturday Night Live, George Cukor, Monty Phyton, la América idílica de los cincuenta, el espectáculo de revista española, Tati… no sigo, que me eternizo. Nuestro nombre, Fangoria, es el de una de las revistas emblemáticas del género. De hecho, nuestro primer concierto fue la noche de Halloween de 1989, cuando decidimos empezar a celebrar una festividad que Nacho y yo echábamos de menos de nuestra infancia anglo-colonizada. Desde entonces hemos tocado esa noche, faltando alguna vez a costumbre porque nos aburrirnos de todo lo que sea rutina.

En esta ocasión no habrá concierto de Halloween, precisamente porque estaremos tocando en Benidorm la noche anterior para grabar el DVD en directo que cierra la primera parte de la gira de “El Paso Trascendental del Vodevil a la Astracanada”. Pero tú y yo hemos aceptado la invitación de la Semana de Cine de Terror de San Sebastián para asistir a la clausura. Una cita que intentamos no perder cada año. Ya éramos asiduos de la muestra cuando el destino no nos había juntado, cada uno por su lado, y el lazo con el festival se reforzó con nuestra relación. Hemos, tocado, pinchado, presentado, actuado como jurado, entregado premio… hasta fui imagen del cartel promocional en una de sus ediciones. En fin, me preparo feliz para visitar mi ciudad favorita (con permiso de Londres), en mi semana favorita y con mi chico favorito.

¡¡Al final se me ha hecho tarde!! Me voy, tengo que llegar al cine Palafox desde donde se retransmite esta mañana el programa de EsRadio. Me encanta que salgamos del estudio, que vayamos a teatros con público. Y ni te digo cuando nos vamos de excursión a otras ciudades. Si es que en el fondo tengo espíritu de trupera, todo el día con el baúl a cuestas.

Mientras me voy tarareo una de las preciosas canciones que el genio Danny Elfman escribió para el übergenio Tim Burton y su Pesadilla Antes de Navidad : “¡¡esto es Halloween, esto es Halloween!!”