Además de un lugar en el que divertirse con las atracciones y los espectáculos, PortAventura es también destino en el que disfrutar de la buena mesa y, sobre todo, de mucha variedad y de multitud de propuestas que se adaptan a todos los gustos y a todos los bolsillos.
El propio parque tiene varios restaurantes en cada una de sus cinco áreas: Mediterranía, Polinesia, China, Far West y México. Incluso en la zona para los más pequeños, Sésamo Aventura, se puede encontrar la Cocina de Epi, con pizza, pasta, hamburguesa, pollo, ensaladas y postres, todo al gusto de los niños pero también de sus familias.
Además, los cuatro hoteles temáticos que rodean el parque tienen también sus propios restaurantes, en muchos casos con ofertas muy atractivas para sus huéspedes.
Cocina mediterránea
El área Mediterranía se distingue, como no puede ser de otra forma, por su oferta basada en la cocina de nuestro mar que está disponible, sobre todo, en dos grandes restaurantes: la Vinosfera Tapas y Vinos se caracteriza por su decoración minimalista y su cocina especializada en tapas, pinchos y productos de la tierra; el Racó del Mar, por su parte, es un relajante espacio a orillas de un tranquilo puerto pesquero en el que degustar arroces y productos del mar.
En el Hotel Portaventura, por su parte, nos da hasta cuatro opciones para disfrutar de la comida mediterránea: el Buffet del Port, un autoservicio que ofrece los mejores productos de aquí y reinventa la cocina local con técnicas de cocina internacional; Port Regata, un espacio tranquilo en el que la comida del mediterráneo se fusiona con las artes culinarias de todo el mundo; Cal Pep y un segundo bufé centrado en los productos del mar.
De China a Polinesia
La parte de PortAventura dedicada a China nos permite asomarnos también a la gastronomía riquísima de ese gran país. Cuatro restaurantes diferentes: Marco Polo, Cantón, Dagana y Sichuan nos ofrecen una versión sencilla, cómoda y suculenta de la cocina china, ideal para una parada y un descanso en mitad de la diversión.
En Polinesia, por su parte, podemos elegir el Bora-Bora en el interior de una típica casa polinesa, construido con madera y bambú y rodeado de la vegetación más salvaje, permite disfrutar del mejor ambiente mientras se recuperan fuerzas con sus carnes, pescados o deliciosos postres.
Y de México al Far West
La zona dedicada a México del parque pone a nuestra disposición dos opciones para disfrutar de la deliciosa comida mejicana: La Catina y La Hacienda El Charro, con nachos, fajitas, burritos y todo lo que nos gusta de esta gastronomía tan conocida.
En el Hotel El Paso, por su parte, la comida mexicana también está presente en los restaurantes Mérida y El Coyote, con una agradable versión internacional y tex-mex de esta gastronomía.
Mientras, el área del Far West nos propone un viaje más al norte para adentrarnos en la cocina americana y, en especial, las excelentes carnes que se sirven tanto en The Iron Horse Hotel, con toda la calidad y el lujo; como en The Old Steak House, con el mismo buen sabor pero en un entorno más informal.
Además, en Jeremia’s Food o en el Chickenn’ Stampida nos esperan la versión más americana de la pizza y la pasta o el no menos yanqui pollo frito.
Nuestra vuelta gastronómica al mundo puede acabar en el Hotel Caribe, donde encontraremos el variadísimo Buffet Bohío, el restaurante La Plaza y un lugar único como el Puerto Viejo en el que tomar tapas llegadas desde los cuatro puntos cardinales.
Los clientes alojados en cualquiera de los 4 hoteles PortAventura disfrutan no sólo de precios especiales del PortAventura Express Max y PortAventura Express Premium que permiten acceso a las principales atracciones de PortAventura sin espera, sino que además pueden tener, según el régimen de alojamiento escogido,
Angkor, la novedad de Port Aventura
Este verano la gran novedad de Port Aventura es Angkor, la nueva atracción que el parque que nos propone un paseo en barca que ya nace batiendo récords, ya que es el circuito de este tipo más largo de Europa.
La atracción está inspirada en el famoso templo camboyano de Angkor Vat y, según los visitantes que ya la han disfrutado, "está muy bien ambientada".
Se trata de unas barcazas que siguen el sinuoso cauce de un río que atraviesa varios ambientes: la jungla, el poblado, el propio templo de Angkor… Las barcas tienen unas pistolas de agua con las que hay que afinar la puntería para lograr que diversos obstáculos se aparten al paso de la embarcación.
Pero lo más divertido es, sin duda, la parte final del recorrido, en la que el río se vuelve más sinuoso, las barcas se acercan y se desata una auténtica batalla naval entre unas y otras embarcaciones.