Un castillo, un palacio, un convento, un hotel con las mejores vistas… Si hay un denominador común en la red de hoteles de la Diputación de Cádiz es la de una cadena de alojamientos con encanto situados en el interior de la provincia, aunque muchos de ellos, también tengan muy cerca de la playa.
Son los hoteles Convento San Francisco, de Vejer; Villa de Algar; Las Truchas, de El Bosque; El Almendral, de Setenil; Arco de la Villa, de Zahara de la Sierra; Sierra y Cal, de Olvera, La Posada de Villaluenga; Medina Sidonia en Medina y el Complejo Turístico Castillo, de Castellar.
La mayoría de los hoteles de Tugasa están radicados en la Sierra de Cádiz. En todos confluyen señas de identidad de la cadena: alojamientos confortables, precios razonables y restaurantes de esmerada gastronomía con cartas que se adaptan a cada temporada y que son seña de identidad de la cocina gaditana.
Conventos y casas palacio
El establecimiento hotelero de Vejer, en la comarca de la Janda se instala en un antiguo convento de monjas clarisas, construido en el siglo XVII, posteriormente ocupado por la orden franciscana. Comprende más de veinte habitaciones, cafetería y un restaurante –El Refectorio- recientemente inaugurado en la planta baja del hotel con una oferta culinaria rica y muy variada.
En el centro de la provincia, Tugasa dispone del hotel Medina Sidonia que también se asienta en el centro urbano de la localidad. Catorce habitaciones dobles y una individual, en una casa palacio, aderezada por las creaciones gastronómicas del restaurante Cabeza del Toro.
Medina es una localidad propicia para recorrer sus calles, entrar en sus patios, franquear las puertas de la antigua ciudad musulmana, o conocer su conjunto arqueológico romano.
Ubicaciones estratégicas
El Hotel Villa de Algar se emplaza en un punto estratégico, a caballo entre los parques naturales de la Sierra de Grazalema y de Los Alcornocales. Es por tanto un punto de partida ideal para adentrarse en los parajes comprendidos en estos pulmones de la provincia de Cádiz.
El Bosque comparte con Algar la cualidad de ser un lugar estratégicamente emplazado; de hecho la localidad está considerada como entrada, o particular zaguán, del parque natural de la Sierra de Grazalema.
El Hotel El Almendral, en Setenil nos da la oportunidad de conocer una localidad que merece una visita a fondo: las casas trogloditas, adaptadas en cavidades de la montaña, en cuyas paredes se aprecia la irregularidad de la roca; las murallas nazaríes; el propio caserío; o un reconfortante paseo junto al río Trejo.
Por su parte, el Hotel Arco de la Villa, en Zahara de la Sierra, es un privilegiado mirador al embalse de Zahara-El Gastor, escenario de actividades náutico-recreativas. El establecimiento puede ser un lugar propicio desde el que abordar excursiones al pinsapar, a la Garganta Verde, al puerto de Las Palomas, o a las cercanas riberas y la playa de Arroyomolinos.
De Olvera a la cima
En Olvera se asienta el Hotel Sierra y Cal, uno de los establecimientos de Tugasa con mayor capacidad de alojamiento con sus más de 30 habitaciones. Las prestaciones del hotel se completan con sus servicios de restauración y una amplia terraza de verano con piscina incluida.
El castillo árabe del siglo XII, la iglesia en la parte más alta de la localidad, el mirador situado en dicha cúspide, los museos y centros de interpretación que explican el origen y las vicisitudes históricas del municipio.
El tránsito de Tugasa por la Sierra de Cádiz culmina en Villaluenga del Rosario, justo en la localidad de la provincia situada a mayor altitud. En este enclave, a unos mil metros sobre el nivel del mar, se encuentra el Hotel La Posada.
Villaluenga ha sido tradicional escenario para los aficionados al turismo activo: sus simas la hacen un lugar propicio para la espeleología; su perfil montañoso, o caminos como Los Llanos del Republicano, son muy atractivos para emprender rutas senderistas, con bicicleta e incluso a caballo. Ahora, además, la excelencia gastronómica del queso payoyo, añade motivos para subir a Villaluenga.
Junto al estrecho
Al sur de la provincia, a pocos kilómetros del Estrecho de Gibraltar se encuentra el Complejo Turístico que Tugasa administra en Castellar Viejo. Hace 40 años la población asentada en este enclave, al abrigo del castillo, se trasladó al valle para fundar el Castellar Nuevo. Tugasa convirtió las viviendas abandonadas en casas rurales: hoy son nueve los inmuebles de este tipo que se ofrecen como alojamiento para los visitantes, acondicionados con cocina, chimenea, menaje, aire acondicionado y calefacción.
La fortaleza del siglo XIII, antiguo alcázar, comprende nueve habitaciones. Las estancias del que fuera baluarte defensivo –testigo de escaramuzas entre visigodos y musulmanes, entre musulmanes y cristianos, e incluso escenario bélico durante la Guerra Civil- se han acondicionado para asegurar un plácido alojamiento: la cafetería en la antigua caballeriza o la terraza para celebraciones son pruebas fehacientes de la reconversión de un castillo que tiene acceso a internet con banda ancha.
En definitiva, los hoteles de Tugasa son una opción ideal para viajar por el interior de Cádiz y, si ya los conoces, es hora de volver porque además, en los últimos meses la Diputación también ha introducido obras y mejoras en los hoteles de Algar, Castellar de la Frontera, Medina Sidonia, Setenil de las Bodegas, Villaluenga del Rosario, El Bosque y Vejer.
El portal en internet de Tugasa contiene reseñas de cada uno de sus establecimientos, incluyendo los menús –revisables por temporadas- que ofrecen sus restaurantes y las promociones especiales, con precios muy interesantes.
La web añade las fiestas locales de las poblaciones donde están los hoteles y las actividades de ocio que se pueden disfrutar en la zona, porque al alojarse en un hotel de Tugasa se accede a todo un catálogo de actividades en el interior de la provincia: senderismo, parapente, rutas en caballo y bicicleta… todo es posible en el interior de la provincia de Cádiz para volver una y otra vez.