Desde la ruta de los pueblos blancos a los de la Frontera, del legado iberoamericano en la Bahía de Cádiz al Campo de Gibraltar. La provincia de Cádiz es tan singular que reúne paisajes y ambientes muy dispares, tan diferentes al verano, tan atractiva cuando llega el otoño… Un destino para hacer Turismo todo el año.
Cádiz siempre sorprende porque es la otra España verde, la que está a un paso del sol y de la playa. Con un paisaje espectacular en la sierra de Grazalema y también en el corazón de la provincia, en el parque natural de los Alcornocales, el bosque mejor conservado de la península según los científicos.
Además, sigue siendo la del genio alegre, la de la mesa marinera… pero también hay otra para disfrutar del paseo, cuando la temperatura se hace más liviana: es la Cádiz encalada, la de los pueblos blancos, la del aceite de oliva con denominación de origen, la de los guisos de tierra adentro y la repostería árabe.
Museos y deportes
Es la ruta de la fábrica de mantas, la del Museo de la piel, la de la Vía Verde, la que se hace mejor con pan, porque también en la Sierra se puede participar en la elaboración de pan en un antiguo molino del siglo XVIII situado en el Molino de Abajo de El Bosque.
Cádiz todo el año es también la provincia vertiginosa de los deportes de aventura, porque a esta tierra lo mismo se viene para ver delfines que a descender por un barranco, a subir a las dunas de la playa de Bolonia, declarada monumento natural, que a conocer las entrañas de la Garganta Verde.
Cádiz está abierta todo el año para los aventureros, para los que buscan descansar y cuidarse, los deportistas, los amantes de las compras, los singles, los que viajan en familia, para los que van a su aire y, cómo no, para los de la buena mesa.