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Las reglas de Lidl para un estilo de vida saludable

Para vivir bien es necesario un estilo de vida activo, pero también productos de gran calidad que ayuden a nuestra dieta.

Para vivir bien es necesario un estilo de vida activo, pero también productos de gran calidad que ayuden a nuestra dieta.

Realizar una compra saludable es vital no sólo para nuestro bienestar, nuestra forma de vida, sino también para nuestro bolsillo. Acomodar ambos requerimientos es posible, del mismo modo que se pueden compenetrar el cuerpo y la mente. No hace falta ser un experto en fitness o comida sana... simplemente saber cuidar nuestra alimentación. No obstante, de todo ello hay en Lidl, un supermercado que se acomoda perfectamente a nuestra dieta y nuestra economía. Aquí no se desprecia ninguna fuente de alimento, es más, podemos equilibrarla con grupos de alimentación variados y productos de calidad, frescos y saludables.

La buena dieta debe complementarse con buenos hábitos. Se necesita un estilo de vida activo donde predominen los alimentos de temporada, los productos tradicionales de la huerta, las actividades culinarias con el respeto al medio ambiente, la convivencia, la actividad física diaria y el descanso adecuado.

Los productos de marca Lidl se integran en esta línea, y siguen los más estrictos controles de calidad. Además, por iniciativa propia, han decidido eliminar de sus estanterías los productos transgénicos así como determinados colorantes artificiales (azoicos), habituales en purés, snacks, sopas o refrescos, para potenciar este aspecto saludable y ayudarnos a mejorar nuestro nivel de vida. Lo mismo ocurre con las grasas trans de aceites vegetales, habituales para conservar los alimentos pero que pueden trabajar en contra del sistema cardiovascular, y que no están presentes en los alimentos de la marca Lidl.

A cambio, la empresa ha insistido en un proceso de producción y desplazamiento que busca, ante todo, un producto fresco y de calidad puesto en las estanterías de la tienda. Para ello, se utiliza carne española, productos de proximidad, y se hornea el pan y la bollería varias veces al día en el mismo supermercado. También se ha seleccionado cuidadosamente la lista de proveedores; fomentado la producción local (lo que le ha servido para convertirse en "comprador número 1 de la huerta española") y cuidado al máximo el proceso de transporte, limitando la cadena de frío al mínimo trayecto posible.

En Lidl también hay alimentos sin gluten para celíacos, leche sin lactosa y productos con el punto justo de sal, en el caso de ser necesario y por si hay limitaciones por prescripción médica. Todo para ayudar a mantener una dieta equilibrada en toda circunstancia y sin tener que renunciar a nada. Y ya que tenemos cerca nuestra dieta mediterránea, qué mejor que promocionarla en las estanterías de Lidl para todos sus clientes, siguiendo todas esas directrices de calidad, ya que está demostrado que ésta es, por si misma, toda una fuente de bienestar y salud. Aceite de oliva, frutas, verduras, legumbres y frutos secos son los principales grupos sobre los que se sustenta esta pirámide nutricional mediterránea, y las que el grupo busca reforzar en sus estanterías.

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