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Carmel by the Sea, el último refugio de Clint Eastwood

Ubicado en el condado de Monterey, en California, un lugar idílico donde las casas parecen copiadas de un cuento de hadas y hay hoteles para perros.

Carmel-by-the-Sea, o simplemente Carmel, como lo denominan sus habitantes, celebró sus 100 años de vida el pasado mes de octubre de 2016, con un coqueto desfile de carrozas, presidido por el mismísimo Clint Eastwood, el que fuera flamante alcalde de la localidad en los años ochenta.

Este pueblo californiano, que durante décadas atrajo a celebridades americanas, está construido con un refinado estilo europeo, con decenas de tiendas cuyos productos en venta son poco comunes y que posee más de 100 galerías donde ver y comprar todo tipo de obras de arte. Sus vecinos están orgullosos de no disponer de restaurantes de comida rápida ni luces de neón. Un pequeño conjunto de casas situado unos 180 kilómetros de San Francisco, al que se puede llegar en coche, a través de la famosa Highway 1.

Su calle principal, Oceans Avenue, es de tranquilo paseo. En ella hay boutiques exclusivas y cuidadosamente decoradas que venden prendas o regalos de lo más chic. Al final del pueblo, en la cercana playa de Carmel, cualquiera puede pasear y disfrutar de las vistas frente al Pacífico y con el añadido de que es una playa donde se admiten mascotas, por lo que siempre es posible ver algún perro jugando alegre con su dueño sobre la blanca arena.

La historia del pueblo de Clint Eastwood se remonta a finales de 1700 cuando el fraile franciscano español Junípero Serra, viajó hacia el norte, desde México, y eligió como morada esta tranquila y acogedora misión de la costa de California, al sur de la península de Monterey.

Varios siglos después, acceder a una vivienda en la localidad es casi algo exclusivo de los famosos de Hollywood o grandes fortunas, en una población de no más de 4000 personas, donde apariencia se asemeja a una dulce mezcolanza de pueblo alpino suizo y las casas de chocolate de los cuentos de hadas.

Por enumerar algunos personajes famosos que tienen o han tenido casa en Carmel: el compositor Alan Silvestri, que también posee viñedos en la localidad, el actor y director Clint Eastwood, posee el mítico hotel Mission Ranch, el actor y director Charles Chaplin, el actor Kevin Costner, Rupert Murdock, la actriz Kim Novak, Brad Pitt o Doris Day, que es dueña del hotel Cypress Inn, dedicado a las mascotas y a sus dueños, por ese orden.

Carmel ha mantenido intacta la esencia de los primeros pobladores que diseñaron el pueblo, casitas similares a las cabañas suizas y adornadas como si fueran a ser parte del decorado de película de género de fantasía. En sus tranquilas calles se pueden encontrar establecimientos de lo más variado, desde tiendas delicatessen de comida gourmet, hasta boutiques de ropa para cowboys, pasando por relojerías y como no galerías de arte o tiendas dedicadas a las mascotas.

Otro de los lujos que se emplazan en esta localidad californiana es su campo de golf Pebble Beach, uno de los mejores del mundo y que es bordeado por un pequeño acantilado con vistas al mar.

La belleza de Carmel se funde con el conjunto de atractivos naturales, históricos y culturales que atesora la zona costera californiana y cuya columna vertebral es la Highway 1, una de las autopistas con un recorrido más bello de todo Estados Unidos, que permite comunicar el Big Sur, desde San Francisco a Los Ángeles.

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