Y, si no estás en el punto de mira, es que no existes... o esa es la filosofía vital de los famosos. Pensábamos que la crisis también afectaba a esta "industria" barata que frivoliza la moda: la mayoría de los famosetes, bien en Ibiza, bien en Marbella; al adelanto de fechas de la que ha sido siempre 'La Cibeles' no le sientan bien a las vacaciones estivales.
Aunque pocos creíamos que 'la Lomana' -con cara de haber comido muchas hamburguesas, de esas que anuncia-, incluso en silla de ruedas, reaparecería. Dio la nota para paralizar a media plantilla de azafatos de la MB-FWM. Con zapato plano, vestido ancho con rayas marineras, su principal preocupación durante el desfile de Ion Fiz y Maya Hansen era quitarse y ponerse las gafas de sol -no sabemos si el accidente quizá provocara en ella cierta fotofobia-. Mientras, la estrambótica Pilar Rubio acaparaba las cámaras con un sensual corsé -muy Maya Hansen- y posaba con su nueva melena de mechas agresivas en color rojo.
Un, dos, tres... ¡se supone que el desfile arranca! Sí, se supone. Pero los focos, las cámaras, los fotógrafos están más pendientes de la famosa de turno -o algunas ya no tan famosas-; de personajes cuyos pequeños momentos de gloria se resumen en aparecer en desfiles en los que bien se paga por asistir para fingir interés -porque la Lomana cobra lo suyo...-, o bien porque se necesita más presencia en los medios de la marca que consigue reunir el mayor número de celebridades.
Sin embargo, muchos se refugian -o, más bien, se exhiben- en las playas de Ibiza y Marbella-. Parece que la crisis no pasa por ellos; pero nos tratan de engañar -¡hasta ellos sabrán qué es la subida del IVA!-. Úrsula Corberó, otra de esas "estudiantes" de Física&Química, ya no aparece ni en la pequeña ni en la gran pantalla, pero tiene su momento de oro en el kissing room reservado por la MB-FWM. Y otro cadáver ya enterrado, la "prota" de Nada es para siempre, cuyo nombre ni podría recordar, pero tenía, posiblemente, más colágeno en los labios que seguidores en la sala. ¡Por cierto, perfecto título para encontrarle un paralelismo con la vida! Nada es para siempre, y menos aun la fama y la belleza, pues hay que saber también retirarse a tiempo.
En cualquier caso, lo importante es que se hable, bien o mal, pero que se hable. Con esto de las redes sociales se dice que lo que no está en Facebook no existe; los famosos saben que son fáciles de olvidar, de sustituir... a los que no aparecen en eventos, se les pasa el arroz. Esmeralda Moya ya se lo toma como profesión en cada edición de la 'Cibeles'. Algunas caras conocidas -que siempre ocuparán la primera fila- intentan usurparles a los fotógrafos sus puestos al jugar a eso de darle al botón de una cámara profesional como hacía Pilar Rubio; pero quizá mejor que cultive lo suyo: viajar de La Sexta a Telecinco.
Y no sé si 'grandes hermanos' ha habido; pero sí algunos 'triunfitos' como la madrileña Edurne, que por si acaso debe asegurarse un puesto -por si esto de los musicales y los futbolistas pierden el auge-, así como la hermana de otra 'triunfita', Sara Vega, cuyos sonidos desafinados espantaban a más de uno del stand de Solan de Cabras por ser la "elegida" para dar un mini-concierto en directo. La Sinde, por su parte, con cara de vinagre, también quiso sus minutos de éxito efímero. Un, dos, tres... famosillos otra vez, y adiós a la moda, bienvenida la idolatría ignorante, y demos paso al fetichismo barato de hacerse con una foto o una firma -también valen mechones de pelo- de alguna 'freak' o cara conocida cuyas profesiones rara vez ubicamos.