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Decora tu hogar

Crea tu espacio zen en casa

No hay nada como llegar a casa y encontrar el descanso y la paz que tanto necesitas al final del día. El estilo de decoración zen te ayuda a lograrlo.

No hay nada como llegar a casa y encontrar el descanso y la paz que tanto necesitas al final del día. El estilo de decoración zen te ayuda a lograrlo.

El estilo Zen para lograr la armonía y la serenidad en el hogar facilita alcanzar nuestra paz y tranquilidad interior. El equilibrio es indispensable en este tipo de decoración cuyos elementos claves son las dimensiones, la naturaleza y la serenidad. Este estilo bebe de la filosofía budista que, con el paso del tiempo, ha logrado traspasar fronteras y avanzar desde oriente hasta occidente de forma paulatina.

Despídete del barroco 

Nada de excesos ni extravagancias, sólo sencillez y orden. De esta forma y en relación con esto último, la distribución en el espacio es vital en el estilo zen, por lo que debemos evitar la aglomeración de muebles y elementos decorativos en las estancias. Las líneas rectas deben predominar en el diseño de éstos, mientras que las paredes deben pecar más de austeridad que de exceso. El color también es esencial, por lo que deben ser fieles al blanco y toda la gama de neutros que abarca desde el beige hasta el gris, pasando por el ocre. Si, además, apostamos por el degradado –el cual se ha mostrado como una marcada tendencia actualmente-, añadiremos un toque diferente a las paredes de nuestro hogar. Los aromas suaves y la luz indirecta completan esta neutralidad que, unida a elementos naturales, resulta una combinación perfecta.

El reinado de la naturaleza

Los materiales naturales son imprescindibles en el estilo zen, donde la madera y las plantas se convierten en los protagonistas. Pero cuidado, pues no se trata de convertir nuestra casa en una pequeña selva amazónica sino de integrar algunos elementos de vegetación en nuestra decoración. Así, el bambú o paja son excelentes compañeros de jarrones de cristal o cuadros sencillos. Del mismo modo, es preferible el empleo de muebles de madera en vez de otros materiales como el hierro o el acero, siempre y cuando conservemos la máxima de las líneas rectas y sencillas sin exuberancias de tallados.
 

 

Un jardín zen, indispensable

El relax, la armonía y la tranquilidad como objetivos encuentran en un jardín zen su mejor aliado, ya que históricamente éste está orientado hacia la meditación. No importa si dispones de una amplia terraza en casa o no, pues el objetivo de este tipo de jardín no es el paseo sino la observación y la reflexión. Si creas tu propio jardín zen, creas tu propio espacio para escapar y repeler las malas energías.

El tamaño no es relevante, pero hay tres elementos que no pueden faltar: las piedras, la arena y el agua. Basta con llenar de arena fina y ligera un recipiente de madera -u otro material si no disponemos de ésta– en el que reinen las líneas rectas y claras. El resto del diseño se basará en la inclusión y distribución de piedras, grava o rocas. Si es posible también podemos incluir alguna fuente de agua. Dichas componentes cuentan con su propio simbolismo, de forma que las piedras representan los obstáculos, los cambios y las oportunidades, mientras que el agua significa la fluidez. De esta manera, aunque no tengamos un gran espacio a nuestro alcance podemos disponer de nuestro pequeño rincón de abstracción.

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