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Llega el frío

Escoge tu chimenea para este invierno

Llega el otoño y el invierno, y las temperaturas no van a tardar en bajar. Es hora de preguntarnos si estamos preparados para el frío...

Acabamos de entrar en el otoño y las temperaturas en algunos lugares de España siguen siendo como las de finales de verano, sol y calor. Sin embargo, hay pueblos del interior de la península que dentro de unos días verán al invierno llamar a sus puertas sin avisarles. Una de las primeras cosas en las que pensamos es en la ropa: abrigada, de lana para salir a la calle y no pasar frío, pero ¿y las casas? ¿Están preparados para el invierno? Es hora de mirar si los radiadores funcionan correctamente y si la chimenea la guardamos un año más o la cambiamos por otra.

Hoy en día hay muchos tipos de chimeneas, por lo que no es necesario tener siempre la misma ya que existen diferentes tipos y diseños. El clásico de las estufas es la chimenea eléctrica, no desprende humos, no necesita un alto presupuesto económico y se puede conectar a cualquier enchufe de la casa. Su funcionamiento es el siguiente: la estufa coge el aire de la habitación, lo calienta en su interior y lo desprende de nuevo a la sala en forma de aire caliente. La chimenea eléctrica es el clásico entre las estufas debido a que el calor que aporta es muy duradero, casi 12 horas y tarda muy poco en calentarse. Pero también porque es muy decorativa y tiene un diseño muy moderno: la estufa simula una llama mediante una luz.

Otro tipo de chimeneas son las de gas, que proporcionan un 80% de calor y funcionan, como su nombre indica, a base de gas y/o butano. La instalación es sencilla y, aunque es necesario crear una salida de humos, no es preciso poner la chimenea en la pared. Tan sólo hay que alejarla de la instalación eléctrica. La chimenea de gas no es necesario limpiarla todos los días, a diferencia de la de leña. Se trata, por lo tanto, de un mantenimiento mínimo.

Las chimeneas de leña son las que más calor proporcionan y son las que están en casi todas las casas, las más cotidianas. Entre sus características destacan que son ecológicas, no contaminan y por lo tanto respetan al medio ambiente. Sin embargo, son muy difíciles de instalar y su mantenimiento es muy elevado. Tras cada uso, se ha de limpiar para eliminar los restos de cenizas. Al igual que las chimeneas de gas, necesitan una salida de humos, que en esta ocasión se ha de realizar por el tejado. Y además, el propietario debe tener una licencia de obras para poder instalarla. Dentro de este grupo de chimeneas estarían las estufas con fuego cerrado o fuego abierto. Las primeras cuentan con una puerta de vidrio que evita que la llama pueda ser tocada. El inconveniente es que limita el calor que desprende. Sin embargo, es recomendable para familias con niños ya que la casa estará caliente pero no se podrá quemar ningún pequeño. Las de fuego abierto aportan un estilo más rústico y puede ocasionar mucha suciedad.

Por último, están las chimeneas mediante el Bioetanol (alcohol biodegradable). Son las más limpias y seguras y crean una llama de fuego muy decorativa. Son parecidas a las eléctricas al no necesitar salida de humos pero son menos efectivas, desprenden muy poco calor. Este tipo de chimeneas son más decorativas que funcionales y se pueden encontrar muchos diseños.

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