Algo que hasta ahora estaba al alcance de muy pocos en la actualidad puedes hacerlo tú mismo, sin complicaciones, tan sólo poniendo esfuerzo y ganas. Al final conseguirás un huerto en tu propia casa, en el que podrás tener una gran variedad de productos frescos con los que amenizar tu día a día. ¿Cómo?
Lo primero que debes saber es que para empezar nuestro propio huerto urbano son necesarios unos semilleros con brotes tiernos de verduras para poder, más tarde, replantarlos en la zona del huerto, en maceteros más grandes, con el objetivo de que tengamos durante todo el año hortalizas listas para comer. Una de las principales ventajas de tener nuestro pequeño pero particular campo de cultivo.
¿Qué son los semilleros? Unos recipientes donde tan sólo se coloca una semilla en cada uno y que favorecerá el crecimiento de la planta sin llegar a tener unas dimensiones grandes debido a que el tamaño del semillero frena su crecimiento y no deja que las raíces se expandan. Gracias a los semilleros conseguiremos tener una planta pequeña para cada variedad de verduras que colocaremos en macetas y que más tarde, podremos consumir.
Sin embargo, y para que el huerto siga ofreciendo hortalizas, es necesario que nos acordemos de replantar la semilla de algunas de las verduras que utilizamos para comer, planificando cuántas y qué variedades vamos a reservar para volver a cultivarlas en nuestro huerto casero.
Antes de empezar hay que adquirir las semillas, a poder ser ecológicas, ya que garantizan que la planta es pura. En cuanto a qué semillas escoger, es preferible que la tendencia sea hacia las verduras y hortalizas que mejor se ajusten al clima de cada zona y, evidentemente, a nuestros gustos culinarios. Tener en cuenta las temporadas de cada producto es igualmente esencial para que nuestro huerto dé realmente sus frutos.
En este sentido, no hay que olvidar que el sol es fundamental en el cultivo casero que vamos a crear. Por lo que nuestro pequeño huerto tendrá que estar en una zona donde la luz solar le llegue sin problemas, nunca a la sombra. No hay que olvidar que el semillero necesita una especial atención y cuidado, igual que las plantas. De aquí nace un brote pequeño y delicado y la luz solar es necesaria para que la planta realice la fotosíntesis. Además, ésta crecerá con más fuerza cuando sea trasplantada al huerto. En el caso que el sol no llegue a la planta, podría provocar que ésta se muriera.
Una vez seguidos todos estos pasos solo tenemos que esperar a que las semillas crezcan para así poder disfrutar de los frutos creados por nosotros mismos. Los huertos urbanos son una buena opción a la hora de decorar nuestros balcones o terrazas, y de hecho se han puesto muy de moda entre los urbanitas. No olvidemos que junto a la posibilidad de alimentarse mejor estamos creando un espacio verde totalmente personalizado que ayudará a que nuestro hogar tenga un pequeño pulmón natural... ¡aunque sea en la ciudad!