Cada cierto tiempo nos apetece cambiar alguna parte de nuestra casa para sentir el ambiente renovado. Si te encuentras en esta situación te proponemos que te fijes en una parte de tu mobiliario: las lámparas. Con los años se pueden volver muy antiguas y entorpecer el estilo. Sin embargo, con un simple cambio le podemos aportar a nuestro hogar juventud y desenfado, sofisticación y elegancia, o pulcritud y perfección. Tú eliges.
Tendencia pop
El arte pop, más conocido mundialmente como ‘pop art’ es original de Gran Bretaña y Estados Unidos y su máxima expresión la encontramos en el artista Andy Warhol. Actualmente el estilo pop sigue muy presente y los diseñadores de interiores suelen recurrir a él para inspirarse en la decoración. Si quieres añadir a tu casa un estilo desenfadado y divertido no dudes en apostar por esta tendencia. Libre por definición, te permite jugar con diferentes formas geométricas, tamaños y colores. Las tonalidades más ‘pop’ son el amarillo, el rojo y el azul, pero te aconsejamos que no pierdas de vista el estilo de tu casa. Por ejemplo, puedes aprovechar para combinar dos lámparas de idéntica forma pero distinto tamaño y color. Las tonalidades suelen ser planas, recordándonos el total look tan presente en la moda actual.
Tendencia barroca
Sigue el estilo sobrecargado del arte barroco. Durante los últimos años esta tendencia la hemos visto en muchas tiendas de decoración, especialmente vistiendo grandes salones, a los que aporta sobriedad y distinción. Puedes apostar seguro y elegir lámparas monocromáticas o, si eres una persona arriesgada, jugar con una pieza que combine múltiples colores. Esta decisión dependerá del estilo global que ya posea tu estancia: si es de un color sencillo podrás sobrecargar tu lámpara con diferentes tonalidades, aunque si tu salón ya está sobrecargado habrás de decantarte por la opción más sobria. Este estilo es muy recurrido durante el invierno ya que proporciona a tu casa un ambiente acogedor y en sus inicios los diseñadores elegían las tonalidades oscuras, especialmente el negro. Actualmente es más fácil encontrar lámparas barrocas blancas, el color por excelencia del verano.
Tendencia 'minimal'
Esta tendencia funciona por oposición a la anterior. Por tanto, pasamos de lámparas sobrecargadas al paraíso de la sencillez, donde habitan las formas lisas y lineales. Su máxima, no abusar de nada. Estos principios los puedes trasladar a la elección de tu lámpara para asegurarte la elegancia en tu iluminación. Ahora bien, el estilo minimal no tiene por qué estar reñido con un toque llamativo que le aporte cierta extravagancia a tu hogar. Así, si tu personalidad tiene un punto de atrevimiento ¡no lo dudes! Por ejemplo, coloca una lámpara estrecha y larga que cuelgue del techo, o una en forma de esfera grande que se adueñe de la habitación.
Como consejo general, opta por los colores más claros para potenciar la iluminación y expandir la estancia. Los amarillos, naranjas y rosados aportarán calidez a tu hogar mientras que los oscuros son sinónimo de elegancia.