Cada vez es más frecuente trabajar desde casa, sobre todo si eres autónomo o acabas de emprender tu propio proyecto. Y todos vosotros sabéis que es muy importante tener un lugar de trabajo que os resulte cómodo, agradable y, sobre todo, instalado en un sitio fijo para no moverse de un lado a otro de la casa. ¡Ahí van unos consejos!
Ya que vais a pasar muchas horas en vuestro estudio, es fundamental conseguir emplazarlo en una parte de la casa con vistas a un espacio abierto, tanto para airear el ambiente como para que entre la luz natural. Lógicamente, no podéis olvidaros de instalar también una buena iluminación, imprescindible a partir de esta época del año cuando las horas de sol ya empiezan a escasear. Así que, una vez localizada la estancia ideal, hay que colocar un buen ventanal o unas puertas correderas de cristal para aprovechar toda la luz.
Especialmente en el caso de las habitaciones pequeñas es muy recomendable elegir colores claros y luminosos que agranden visualmente el estudio. Podéis combinar una pared de un color más fuerte y sugerente, como rojo o morado, para dar un punto de creatividad a la estancia y dejar el resto con tonalidades más suaves. Otra opción muy original es la que se proponía en este mismo blog y que consiste en utilizar vinilos para decorar alguno de los muros a la vez que le damos ese toque personal único a la decoración.
Los muebles funcionales se han convertido en los mejores aliados, ya que os permiten guardar todos los objetos que vais a necesitar para desarrollar vuestro trabajo sin renunciar a la modernidad. Y es que estos muebles son todo beneficio: nos ayudan a organizarnos, suelen ser muy originales y nos aportan utilidades extra. Actualmente los encontraréis de todo tipo, desde ‘puffs’ a mesas plegables y estanterías decorativas. La mayoría de ellas con una gran capacidad de almacenaje, y otras diseñadas especialmente para clasificar tus cosas con sus mil y un compartimentos. Por cierto, recuerda que la silla de trabajo ha de ser totalmente cómoda para ti y la mesa lo suficientemente amplia.
Ahora bien, ¿y si no puedes ponerte a hacer reformas o no dispones de una estancia sólo para ti? En ese caso hay que echarle imaginación para convertir uno de esos rincones de tu casa en el espacio de trabajo ideal. Por ejemplo, un hueco amplio que haya quedado desaprovechado a causa de los pilares, debajo de la escalera o un rincón del salón. Si, además, añades un biombo o unas cortinas podrás ganarle intimidad.