Descubre las texturas que transformarán tu hogar en un espacio más acogedor y que también te harán sentir a ti más abrigado del frío. Vuelve a los materiales de siempre pero combínalos para que sintonicen perfectamente con tu decoración actual.
La mayoría de casas más modernas que vemos siguen la tendencia de decoración minimalista, con pocos muebles y pocos objetos, de forma que se consigan amplios espacios. Sin duda esta decoración es muy práctica y limpia, sin embargo, con la llegada del invierno estos hogares se vuelven más fríos y poco acogedores. Si este es tu caso, o simplemente estás buscando cómo modificar un poco la decoración para sentirte más a gusto en casa, puedes apuntar las siguientes ideas.
Cojines y mantas
La lana siempre ha estado ahí para cubrirnos del frío. Las chaquetas, abrigos y otras prendas de ropa confeccionadas con este tejido son muy calentitas, así que ¡déjate arropar también en casa por este material! Puedes encontrar mantas de lana para cubrir el sofá y transmitir esa sensación de calidez que andas buscando. Nuestro consejo es colocar alguna doblada a un lado para tenerla siempre a mano y así dejar la decorativa en su sitio. Los cojines de raso pueden ser muy estilosos pero no acompañan con el frío; encontrarás cojines de lana de todos los colores que combinen perfectamente con el resto de la estancia. Te recomendamos buscarlos en las tiendas o intentar hacerlos tú mismo para que te queden mucho más originales. También puedes jugar a mezclar este material con otros muy calentitos: la pana y los tejidos aterciopelados. Si tu casa es más sofisticada siempre puedes optar por otros objetos, como colocar una piel sintética sobre uno de los butacones. Eso sí, ¡cuídate de no abusar con la combinación de tejidos!
Suelos y paredes
Empapelar las paredes vuelve a estar de moda, así que aprovecha el momento y, si estás pensando en ello, puedes hacerte con un diseño que recuerde a algún tejido para que ayude a crear un ambiente acogedor. Sólo con empapelar uno de los muros obtendrás un resultado totalmente diferente. El suelo enmoquetado es una buena solución para evitar el frío, sin embargo, es más práctico colocar una buena alfombra que nos aísle y que podamos quitar en cuanto vuelven a subir las temperaturas. Se trata de una buena idea si te gusta andar descalzo o si tienes niños, pues no tendrás que preocuparte si los encuentras jugando en el suelo.