Aunque siempre se ha considerado que los escritorios son para los niños y jóvenes que están en su periodo de estudio, debido a la difícil situación económica, cada vez son más las personas que deciden trabajar desde casa a través de soportes digitales. Este motivo origina que los escritorios se hayan vuelto imprescindibles.
Es importante que, si vais a estar muchas horas dentro de la casa trabajando, dispongáis de un ambiente y mobiliario que se adecue a vuestras preferencias y gustos para tener un lugar idóneo que os permita encarar de la mejor manera posible el tiempo dedicado a las tareas a desarrollar. En este caso, el escritorio se ha convertido en una pieza indispensable que ha ganado un enorme peso en el hogar, pues ha pasado de ser empleado únicamente por niños y jóvenes en el ámbito educativo, a ser una herramienta más en el trabajo diario de muchas personas.
Para elegir un tipo de escritorio u otro depende del contexto del espacio. Existe la posibilidad de tener un escritorio en una estancia que ofrezca un estilo rústico o clásico, por lo que lo ideal sería un tipo de mueble de formas más antiguas. Éste destacará normalmente por madera de un color marrón fuerte y de forma rectangular, con cajones. Además, dado el papel que las tecnologías han adquirido en nuestro día a día, podemos optar por añadir una pequeña balda extraíble donde colocar el teclado de nuestro ordenador de mesa.
No obstante si somos fieles de las líneas clásicas más afrancesadas, el ‘bureau’ es nuestra elección. Éstos incluyen una especie de persiana que nos permitirán esconder o descubrir nuestros accesorios de escritorio.
Si, en cambio, se quiere un espacio más moderno y minimalista, están los escritorios de diferentes colores (blancos, negros, rojos… o una fusión de varios tonos), y en los que se emplean materiales como cristal o plástico con el objetivo de transmitir un aire más de sencillez y futurismo. No son tan rudos y pesados como los clásicos, y aportan más espacio y dinamismo al lugar donde se sitúan. Pueden ubicarse junto a una pared, en medio de la sala o pegado a la ventana. Además, dada su apariencia más liviana, pues suele contar con los soportes justos, evita la sensación visual de obstáculo.
Otra posibilidad que está ganando fuerza es el estilo ‘vintage’. Si se pretende que la casa consiga esa tendencia en alza, lo normal es que dispongáis de un escritorio de tintes antiguos pero dándole un punto moderno como, por ejemplo, pintar el mueble de un color vistoso o llamativo, o que la parte llana del escritorio sea de un material o color distinto al soporte que la sujeta. Este estilo proporciona atractivo y aunque normalmente se use con mobiliario pesado, la imagen viva y alternativa suprime ese efecto compacto.
Estos son algunos ejemplos de las miles de formas y diseños que se pueden encontrar y elegir a la hora de buscar un escritorio. Asimismo, es importante saber dónde se va a colocar ya que el factor lumínico es vital si queremos cuidar nuestra vista y conseguir un espacio placentero para poder trabajar o estudiar.