Tener un huerto en casa está de moda. Por un lado, esta pequeña plantación genera una producción para el auto-consumo de sus propietarios y, por otro, ofrece innumerables y originales posibilidades de decorar el jardín o la terraza del hogar en la que está ubicado. Flores, frutas, verduras y hortalizas comparten un espacio en el que, poniendo en práctica sencillas ideas decorativas, puede convertirse en un precioso y colorido rincón donde propietarios e invitados pueden disfrutar de una agradable estancia.
La selección de los recipientes donde se plantan las distintas plantas es una de las maneras de darle un toque decorativo al pequeño huerto. En esta línea, se puede utilizar macetas de madera, de plástico o de cristal de tamaños variados con incrustaciones decorativas como piedras o tapones de colores. Pueden tener forma alargada, como de tubo, semicircular o rectangular, entre otras.
Pero existen otros recipientes menos vistos que permiten una original decoración a la vez que reciclamos algunos objetos que tenemos en casa. Es el caso de los tarros de cristal, las latas y las bombillas fundidas. Estos recipientes son muy útiles para bulbos o plantas aromáticas y nos permiten, de forma sencilla, colgarlos en cualquier lugar de la cocina, pero siempre intentando que esté cerca de algún punto de luz. Este tipo de envases también se pueden ubicar en el jardín colgándolos de la pared creando así un huerto vertical, una elección ideal en el caso de que se cuente con poco espacio.
La utilización de palés es una de las formas decorativas más apropiadas si se trata de espacios en el exterior. Se trata de una plataforma de tablas que permite introducir macetas y crear así un tipo de huerto urbano que está muy de moda y que ocupa poco espacio. Esta opción permite dejar los palés al natural o pintarlos de distintos colores. Otra alternativa menos vista es la de pintar los palés con pintura de pizarra que permite poner el nombre a las distintas plantas que alberga.
En el caso de contar con poco espacio para crear el huerto urbano, una buena alternativa es la de aprovechar los rincones y utilizar macetas colgantes que, además de ubicar en las esquinas, también se pueden colgar del techo, en las ventanas o en barras de la cocina. Opciones todas ellas en las que la imaginación permite disponer de distintas macetas.