El vestuario de doña Letizia era uno de los secretos mejor guardados para el día de la proclamación. Ni la Casa Real, ni Felipe Varela, confirmaron o desmintieron absolutamente nada sobre la elección de doña Letizia.
Finalmente y como era de esperar, Letizia volvió a elegir a su diseñador de cabecera, Felipe Varela. Con un abrigo y vestido en crepe de verano en color blanco roto con bordado degradé en el cuello en cristales de rubí, amatista, ámbar y rosa talco con micro perlas en crema, Letizia consiguió no desentonar en un acto austero, pero a la vez conseguir cumplir con las expectativas puestas en ella estos últimos días.
La Reina de España en esta ocasión ha vuelto a elegir el blanco, su color predilecto para las ocasiones más importantes de su vida. Doña Letizia eligió el blanco para el día de su pedida de mano. Un dos piezas de Armani que se agotó inmediatamente. Este color también fue elegido por la Reina en otras ocasiones como el bautizo de su hija Sofía, los premios Príncipe de Asturias de 2007, o para algunas de la fotografías que envió la Casa Real con motivo de su cuarenta cumpleaños.
Letizia no utilizó tiara ni mantilla alguna. Llevó la melena suelta con un peinado liso japonés y dos trenzas lateralesde raízde inspiración griega muy favorecedoras. Trenzas que también eligió para su hija Leonor.
Letizia acompaño el look con unos salones en tonos nude de la firma alicantina Magrit. Unos zapatos que curiosamente llevan el nombre de su hija mayor, Leonor, y que la princesa ya ha llevado en otras ocasiones. Una cartera de ante en tono arena y unos sencillos pendientes, con forma de estrella de Chanel, respetaban la imagen de austeridad que buscaba la Reina. El único adorno que se permitió fue el lazo de la orden de Carlos III junto al pecho.
Una elección sobria y perfectamente conjuntada con la de don Felipe, con el uniforme de Gala del Ejército de Tierra. A diferencia del vestuario de su marido, el de Letizia no fue revelado a la prensa en ningún momento.
El miércoles, en el solemne acto de la sanción de la ley orgánica que hizo efectiva la abdicación de Don Juan Carlos en su hijo Felipe, Letizia apostó también por un modelo de Felipe Varela que ya lució el pasado abril en vísperas de la entrega del premio Cervantes.