Si hubiera que hacer un retrato robot del estereotipo de actriz porno... ¿cuál sería el resultado? Probablemente el de una mujer rubia, alta, de grandes pechos e imposibles y despampanantes curvas.
Esa es la imagen que se nos hace en la cabeza cuando pensamos en una estrella del porno, pero también la más errónea.
Las medidas reales de una actriz de este trabajoso género son bien distintas: morena, 1,65 metros de altura, 52 kilos de peso y una 85 como talla de sujetador, según un estudio obtenido de IAFD realizado por Jon Milward, que valora alturas, pesos, tallas, papeles, títulos de actos sexuales y películas, nombres, razas y lugares de nacimiento.
Se trata de la página Internet Adult Film Database (IAFD), algo así como el IMDB de las películas para adultos, o el Wikiporno, el perfil de la actriz del género pornográfico es mucho menos voluptuoso de lo que pensamos.
Con 132.779 fichas de películas y 121.711 perfiles de actores, nada o casi nada se escapa a su base de datos y sus estadísticas. Por ejemplo, que el nombre femenino más abundante es el de Nikki (seguido de Jessica y Lisa), y David el masculino (Tony y John sería el segundo y tercero). O que los varones practican sexo con unas 1.000 mujeres distintas a lo largo de su carreras; ellas, con unos 148 hombres.