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'Es Sexo'

La pasión descontrolada de la 'FEA'

La última edición de Es Sexo descifró los complejos acontecimientos químicos que andan detrás del amor.

Es Sexo: Pasión descontrolada

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

La última edición de Es Sexo descifró los complejos acontecimientos químicos que andan detrás del amor.
Es Sexo | Cordon Press

La edición del miércoles de Es Sexo, con Ayanta Barilli y Eva Guillamón, abordó la química de la pasión sexual descontrolada, y cómo este sentimiento tan difícil de descifrar define las relaciones amorosas. La pasión, por definición, es "una emoción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por algo".

El término, no obstante, también se aplica cuando existe un "vivo interés o admiración por una propuesta, causa o actividad". Cuando a alguien le apasiona algo es porque existe una gran afinidad, a diferencia del amor, definido más bien por el afecto, el apego, o razones quizá más sentimentales. Quizá por eso, la pasión también puede generar desequilibrios, en algunos casos hasta psicológicos: hay un componente de violencia que puede generarse cuando la pasión es demasiado fuerte.

Tal y como se explicó en esRadio, la química de la pasión es compleja de explicar. El hipotálamo envía a través del sistema nervisoso diferentes mensajes a nuestro cuerpo, como por ejemplo las glándulas suprarrenales, que producen adrenalina y noradrenalina, que comunican a las células nerviosas con los demás órganos.

El efecto real es claro: la presión sube, como también el ritmo cardíaco. Respiramos diferente, sudamos y sentimos rubor, incrementando nuestra energía. Nos sentimos flotar.

La noradrenalina provoca la excitación sexual, y mejora nuestro humor y seguridad. Entonces actúa la testosterona, que genera la excitación puramente sexual.

Tras toda esta cadena de acontecimientos químicos, vienen nuestras emociones: el miedo, los celos, el enamoramiento, la excitación... El organismo entero responde a través de los nervios, que transmiten las reacciones. Todo se multiplica, y las órdenes van mucho más rápido, urgente e intenso. En efecto: estamos a merced del amor.

Presentando a la 'FEA'

Se trata de un proceso perfectamente estudiado, aunque para ello haya sido necesario que la Bioquímica y la Fisiología aúnen sus fuerzas. No obstante, fue hace apenas 25 años que comenzaron esta clase de estudios en lo relacionado con el amor. Sí, el verdadero amor.

Éste proviene de una molécula segregada en el cerebro, la Fenil-Etil-Amina, apodada -paradójicamente- FEA o "la molécula del amor": ella es quien genera el estado de felicidad y placer del enamorado, pero del enamorado de verdad. Estudios sobre el tema existen por doquier: por ejemplo, se puede mencionar la obra "La química del amor" de Michael R. Leibovitz, psiquiatra de la universidad de Columbia en el que además se propuso el efecto afrodisíaco del chocolate, con un gran contenido de FEA.

El efecto primario de la dichosa molécula es estimular la secreción de la dopamina, un neurotransmisor que tiene el efecto de hacernos sentir bien. También se potencia la producción de oxitocina, a la que también se conoce comúnmente como "la hormona de los mimos", y que combinada con la anterior incrementa la energía y el interés de los enamorados.

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