Las alfombras son una gran fórmula para proteger nuestros suelos, un imprescindible en el mundo de la decoración del hogar, y al mismo tiempo, un complemento perfecto para hacer que una estancia clásica tenga un toque muy interesante. Por todas esas razones es muy probable que tengas alfombras en tu casa, y que te preocupe cómo debes cuidarlas para que se mantengan perfectas, o al menos para que el paso del tiempo les haga menos daño. Hoy te vamos a dar algunos consejos para que las tuyas estén mejor que nunca.
Lo primero que debes saber es que si las alfombras las tienes colocada en una zona de paso, como por ejemplo un pasillo en el que todos los días va a haber gente sobre ellas, debes darles la vuelta para evitar que el roce las desgaste únicamente por uno de los lados. Así, cada tres meses, es conveniente cambiar su orientación. Si éstas se encuentran en zonas de menos uso de tu hogar, sería suficiente con hacer este proceso cada 6 meses, o incluso una vez al año.
A la hora de cuidar las alfombras, el polvo, los pelos de las mascotas y el roce de los muebles que colocamos encima pueden convertirse en el mayor de los problemas. Precisamente por esta razón nos encontramos con que cada uno de esos problemas debe tener una solución concreta que has de seguir si quieres prolongar su vida útil. En el primero de los casos el uso de la aspiradora de forma frecuente puede ser la mejor solución. Actualmente, hay en el mercado un montón de opciones en cuanto a robots aspiradores que pueden facilitarte mucho el trabajo.
En el caso de los pelos de las mascotas, el robot o la aspiradora puede llevarlos en su mayoría, pero si el tejido de tu alfombra hace que se queden ahí aún tras haber limpiado, lo mejor es comprar accesorios específicos que los eliminen sin mucha dificultad. También puedes probar a hacer uno casero pegando en una botella que usarás como rodillo cinta de embalar dada la vuelta. Verás cómo todos esos pelos desaparecen.
Por último, por el tema de los muebles que dejan un hueco en el tejido de nuestras alfombras, el mejor truco es el de utilizar un cubito de hielo que colocaremos en esa zona durante unos minutos. Verás como al retirarlo, poco a poco la alfombra vuelve a recuperar su volumen ¿Fácil, verdad?