Sharon Stone se ha sumado a la lista de celebrities que se someten al quirófano. Pero en su caso con un matiz importante: la actriz de Instinto Básico puede presumir de haberlo hecho de la manera adecuada y con suma discreción.
En sus últimas apariciones públicas, la que fuera protagonista de Acosada ha lucido un aspecto rejuvenecido fruto de su paso por la clínica. Pero no hay estiramientos radicales en su tratamiento. Según desvela Teresa de la Cierva en ABC, Stone ha recurrido al ácido hialurónico Galderma -del que ella misma es imagen- para mejorar sus arrugas, pero no para ocultar su edad.
Se trata de unas infiltraciones que no estiran y hacen más tersa y elástica la piel. Pero Stone lo ha hecho con sobriedad, sin modificar su rostro ni su expresividad, sólo para añadir frescura a lo que hay.
Recordemos que Stone sufrió un grave ictus en el año 2001 que la llevó a perder movilidad en parte de su cuerpo, incluyendo la cara. Ya entones Stone recurrió al ácido hialurónico para redefinir su piel y ayudarse en la recuperación, ayudando a restablecer la potencia del músculo y la elasticidad.
Tal y como publica ABC, ahora, a sus 57 años, Stone ha recurrido de nuevo al tratamiento, inyectando Restylane a las cejas, los pómulos, la mandíbula y el cuello, levantando las cejas y definiendo de nuevo la línea de la mandíbula.
El resultado, pese a lo que podría parecer, ha sido adecuado, alejándose de la imagen que han dado otras famosas como Meg Ryan.