La última edición del programa Es Sexo, en la madrugada de esRadio, trató largo y tendido la sexualidad y otros aspectos de la película italiana Malicia, dirigida en 1973 por Salvatore Samperi y protagonizada por Laura Antonelli. Se trata de la historai de un viudo y sus hijos, enamorados todos ellos de su sensual ama de llaves, interpretada por la actriz italiana.
Pero además de la película, que Ayanta Barilli y Eva Guillamón diseccionaron junto a Andrés Arconada, Es Sexo también abordó todo tipo de noticias relacionadas con el mundo del sexo, incluyendo una inquietante pregunta: ¿afectan las explícitas letras del reggaeton a nuestra vida sexual? ¿y más en concreto a la de los jóvenes que las bailan y escuchan?
Se trata de letras opuestas completamente a todo tipo de ideal romántico, y abiertamente sexuales. El género está totalmente establecido en Latinoamerica, pero ha traspasado fronteras y hace tiempo está de moda en todo el mundo.
El problema, contaron Ayanta y Eva, está cuando los jóvenes las asumen como la única verdad en la sexualidad, como bandera y hasta filosofía de vida a la hora de comportarse. Entonces, se hace necesario una buena campaña educativa que evite que se interioricen unas letras que, en ocasiones, son extremadamente machistas y explícitas, además de denigrantes y perjudiciales para la imagen de la mujer.
Estos son algunos ejemplos de las letras de este ritmo de moda:
- "Ven gata, quiero darte por detrás y por delante subirte a la cima y las nalgas guayarte (…)
- "Yo sé que tú quieres senda clavá, yo sé porque tú andas con la chocha apretá (…)
- "Eso es, esto es pa pasar el rato dale mueve ese culo pa meterte el aparato".
- "En mi cama yo la meto por el centro y la agarro y la someto"
- "Está medio gordita pero chupa chévere y eso en cuatro no se ve"
- "Que si linda que si fea por eso yo no me apuro…"
- "Ella le gusta el sushi pero de carne caliente, la gran bellaca la demente"
- "Si sigues con esa actitud voy a violarte".
Está claro que la generación del reggaeton es totalmente distinta a la que escuchaba los los boleros, pero ¿es necesario llegar así de lejos? Más en el audio de Es Sexo.