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¿Qué sofá elijo para mi salón?

Si estás pensando en cambiar el sofá del salón tienes que conocer los tipos de sillones y saber cuál es más adecuado en cada caso.

Si estás pensando en cambiar el sofá del salón tienes que conocer los tipos de sillones y saber cuál es más adecuado en cada caso.
Nicky Hilton, en su sofá | Cordon Press

El salón es una de las habitaciones de la casa en la que más tiempo pasarás. En ese sentido, cualquiera de las elecciones de mobiliario para esta sala se convierte en un asunto vital. A la hora de elegir un sofá, debemos pensar en uno que sea confortable y acorde con las necesidades personales y, por supuesto, del espacio que tienes en casa. Debes pensar que el sofá es un mueble que formará parte de tu salón durante mucho tiempo. En ese sentido, a veces conviene una elección en la que la inversión se planee como una inversión a largo plazo.

A la hora de elegir un buen sofá, es importante tener claro que debe poseer una estructura cómoda, pero a la vez debe ser resistente. También hay que considerar la forma del salón, el lugar por donde entra la luz, la decoración existente, el espacio disponible y una serie de factores que limitarán las posibilidades entre los tipos de sofás que hay en el mercado. En todo caso, a continuación los analizamos en profundidad para que tengas claro con cuáles puedes quedarte y cuáles no son una buena idea.

Hoy en día encontramos en el mercado sofás de distintas formas, tamaños y colores. Es cierto que entre tanta variedad es mucho menos complejo encontrar aquello que estás buscando, pero a veces se convierte en un problema porque no sabes por dónde comenzar. Lo que te planteamos a continuación es una clasificación básica entre los tipos de sofás más comunes, para después pasar a analizar algunos consejos a la hora de elegir los materiales y el estilo más adecuado a tu vivienda.

Tipos de sofás

  • Sofás con forma de ele. Son adecuados para habitaciones grandes. También podemos hacer una ele con dos sofás uno de tres plazas y otro de dos e, incluso, poner reposapiés. Este tipo de sofás resultan adecuados para familias integradas por bastantes personas o en espacios grandes a los que se le quiere sacar partido social.
  • Sofás rinconeros. Estos tipos de sofás se utilizan en habitaciones pequeñas, para aprovechar mejor el espacio, pues se adaptan perfectamente a los espacios menos accesibles de la habitación.
  • Sofás modulares. Son sofás divididos en piezas que se pueden poner o quitar cuando sea necesario. Los módulos que lo forman pueden tener brazos o no. También pueden tener respaldo o no según se coloquen. Son una tendencia muy interesante para ambientes modernos y minimalistas.
  • Sofás Chaise Longue. Son sofás largos con una prolongación para poder estirar las piernas, casi como si se tratase de una cama. Puede ser individuales o complementar un sofá. Dan a los salones un toque moderno y muy sofisticado. Al mismo tiempo, resultan realmente cómodos para quienes pueden tenerlos en su habitación principal.
  • Sofá cama. Son sofás perfectos para casas pequeñas, pues se pueden convertir en cama cuando la ocasión lo requiera. Ideales si las habitaciones de la casa no son suficientes para cuando vienen invitados.
  • Sofá Chester. Es un sofá clásico inglés de brazos curvos, respaldo bajo y tapizado capitoné. Nació en el siglo XIX para decorar los salones ingleses y se convirtió en un signo de lujo y fama. Hoy en día se utilizan en todo tipo de estilos, aunque al tratarse de un mueble de diseño es adecuado para las decoraciones modernas y románticas-vintage.
  • Sofás ergonómicos. Son sofás con respaldo reclinable y asientos extensibles para poder adaptarlo a nuestra comodidad y necesidades. Algunos de ellos vienen con complejos sistemas de masajes que prometen dejarte como nuevo tras una dura jornada de trabajo.
  • Sofás de una plaza. Se utilizan como complemento y en espacios pequeños para servir de apoyo a otro sofá de escasas dimensiones. También son perfectos para colocar en las habitaciones.

A tener en cuenta al elegir un sofá

Debes elegir el color adecuado que coordine con el resto de la habitación, así como un estilo decorativo neutro o que encaje con lo que ya tienes en el salón. Aunque los materiales claros resultan realmente llamativos, son más difíciles de mantener limpios, sobre todo si hay niños o mascotas en casa. Sin embargo, hay que considerar que a la vez aportan mucha luminosidad. Si la habitación es pequeña es mejor eliminar los estampados grandes y escoger telas lisas y sofisticadas.

Los sofás de piel se adaptan bien a todos los ambientes, tanto modernos como clásicos y además te dan un toque de elegancia. Los tejidos de fibra natural se adaptan bien a los ambientes rústicos y urbanos. También tienes que elegir el tamaño adecuado para tu estancia, pues debemos permitir un paso fácil y cómodo por la habitación. De nada sirve un sofá grande si al final te va a suponer un estorbo. ¿Tienes claro ya con qué sofá vas a quedarte para tu casa?

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