La última edición del programa de madrugada de esRadio, Es Sexo, versó sobre si es necesario decir siempre la verdad en lo que a nuestras relaciones sexuales se refiere. ¿Puede haber un exceso de sinceridad? ¿Es bueno realmente decirlo todo? ¿O es conveniente guardarse pequeños secretos?
Y es que- esto nadie lo duda- las relaciones personales son complicadas. El programa de Ayanta Barilli y Eva Guillamón dio fe de ello preguntándose si podemos aplicar la máxima de "verdad, mentira o atrevimiento"... porque ¿quién no ha contado una pequeña mentira alguna vez? Está claro que hay contar la verdad, pero, en el ámbito de las relaciones personales, ¿debemos ser siempre sinceros y contar incluso "un desliz"? Porque está claro que eso rompe con el acuerdo de casi cualquier relación, y que después ya nada podría volver a ser lo mismo.
Eso nos lleva a otra cuestión: ¿por qué mentimos?. Por miedo, según los expertos. Aunque siempre tendemos a la sinceridad, la posiblidad de no controlar la situación o vernos perjudicados por una determinada información nos lleva a mentir. Lo mismo vale en el entorno laboral, por ejemplo. Si vamos a salir perjudicados por mostrar nuestro desacuerdo en algo... ¿por qué hacerlo? Si lo hacemos,eso sí, se abriría la puerta a preguntarnos otro tipo de cuestiones, como por qué diablos seguimos trabajando en ese lugar.
Mentimos por miedo, y porque analizamos los posibles efectos dañinos para los demás y uno mismo que puede tener la verdad. Hay veces que, según los expertos, es aconsejable maquillar la verdad. Quizá sea necesario, entonces, aplicar un filtro a la verdad. El filósofo Jean-Jacques Rousseau afirmó hace tres siglos: "El hombre es bueno por naturaleza, es la sociedad la que lo corrompe". En todo caso, el debate está abierto en la última edición de Es Sexo.