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Un debate con ¿estilo?: del sudor de Pablo Iglesias al terciopelo de Soraya

A los estilismos de los contrincantes del gran debate les pasó lo mismo que a ellos: tampoco arrasaron.

A los estilismos de los contrincantes del gran debate les pasó lo mismo que a ellos: tampoco arrasaron.
El debate de Atresmedia | Cordon Press

El gran debate del 7 de diciembre, al que asistieron tres candidatos a la presidencia y una vicepresidenta en ausencia de Mariano Rajoy, congregó la mayor audiencia televisiva del año pese a sus confusos resultados.

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santarmaría, se presentó vestida con una chaqueta aterciopelada y pantalones. Dos de los candidatos vistieron con corbata (Pedro Sánchez y Albert Rivera), y otro en una de sus habituales camisas, Pablo Iglesias. Pero al margen de lo evidente ¿acertaron con sus combinaciones?

La chaqueta azul noche de terciopelo de la vicepresidenta no fue la adecuada. Se trata, para empezar, de una prenda de exterior que ella se puso en un interior. Y debido a la constitución de Soraya, no especialmente favorecedor, dado que se trata de una chaqueta ancha. Donde sí acertó la segunda del Gobierno -ya que ella misma se encargó de ello- fue en el maquillaje.

En cuanto a los hombres, traje conservador y oscuro el de Rivera, más claro el de Sánchez y vaqueros para Iglesias, que se volvió a dejar la corbata en casa.

A Pedro Sánchez le acompañó su mujer, Begoña, que siempre está con él en este tipo de ocasiones (y en ocasiones incluso opaca su discurso y el de Errejón). Su chaqueta de traje no era especialmente favorecedora, pero la buena planta del socialista hizo el resto. Eso sí, los zapatos brillantes no eran los apropiados para un plató televisivo.

El traje de Albert Rivera, negro, también recogió críticas. ¿Podría haber optado el de C's por un traje azul oscuro? El líder de Ciudadanos no estuvo mal en este aspecto, pero como en el propio debate, tampoco arrasó con claridad en su estilismo.

Pablo Iglesias cometió el gran error -no, no hablamos del "House water watch cooper"- de llevar una de sus habituales camisas, pero esta vez en azul grisáceo. Y con la natural sudoración en este tipo de eventos (¿los focos? ¿los ataques de los contrincantes?), una mancha oscura asomó en sus axilas. Una chaqueta hubiera evitado el trance.

Cabe mencionar, sin embargo, que en un acto celebrado en el Círculo de Bellas Artes el pasado domingo, Iglesias sí se puso corbata. Como él mismo dijo, el acto era para sus seguidores y ellos "sí" merecían corbata. ¿Significará que el resto de los televidentes no?

En el primer descanso, Iglesias ya estaba sudando. Los de Podemos pensaron ponerle la americana de Íñigo Errejón pero finalmente lo descartaron ¿Habrán aprendido a ir con camisa blanca? El propio Errejón más tarde lo justificaría en La Sexta, en el posdebate con Ferreras: "Cuando se sale a ganar se suda la camiseta".

Al final, el más correcto fue el periodista Vicente Vallés, que ganó la partida con facilidad a su acompañante tras el atril, Ana Pastor, y a los políticos que eran objeto de debate. Vallés estuvo adecuado e incisivo, por lo que acabó siendo el ganador real del evento del lunes.

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