Menú
Katy Mikhailova

¿Es arte el tatuaje?

El tatuaje no es arte. Por contra, algunos tatuadores sí son artistas. Así de paradójica es la situación.

El tatuaje no es arte. Por contra, algunos tatuadores sí son artistas. Así de paradójica es la situación.
¿Han pasado de moda los tatuajes? | Cordon Press

Cuando escribí hace 2 semanas Adiós al tatuaje no esperaba que fuera a causar tanto revuelo hasta el punto de que el portal tatuantes.com me dedicara una entrada sobre mi columna.

Concretamente, un tatuador llamado Antonio Fernández, en un tono bastante respetuoso -algo que agradezco-, empieza asegurando que "se trata de la máxima expresión de arte", refiriéndose al tatuaje.

No ha gustado, al parecer, que manifestara el hecho de que empieza a ser tendencia el ‘no-tatuaje’ en Francia y tampoco que generalizara. Pero, vayamos por partes.

Decir que el tatuaje es la "máxima expresión de arte" me parece muy osado. Verán, y fíjense en lo que voy a decir: si me preguntan si los tatuadores son artistas, diré que la mayoría lo son. Sí. No es nada fácil hacer ciertos "dibujos" complicados que requieren de técnica, paciencia y toda esa base que probablemente se necesita también para hacer creaciones al óleo o en otro tipo de materiales más "clásicos" y "tradicionales" que pintar sobre un cuerpo.

Sí, algunos tatuadores son artistas. Ahora bien, al igual que no todo genio crea genialidades, los artistas no siempre generan arte. Bajo mi punto de vista crear algo que sobreviva al tiempo sobre una piel no es arte sino un capricho impulsivo que no se convierte en otra cosa que en un error que te va acompañando por el resto de tu vida.

No. El tatuaje no es arte. Por contra, algunos tatuadores sí son artistas. Así de paradójica es la situación.

No tengo dinero para invertir en un estudio psicosociológico para analizar qué se tatúa en Occidente y cuál es la finalidad última de dicha práctica. Es más que evidente y entendible que en la vida de una persona se dan numerosas etapas, cada cual marcadas por un hecho determinado, por una pasión, un deseo, una necesidad…

A mí me hacen mucha gracia esos que se tatúan su nombre. La chica que me hace las uñas, encantadora eso sí, tiene tatuado en un dedo de la mano su nombre. El otro día le pregunté si se "grabó" con tinta su nombre por si sufría un accidente y perdía la memoria.

No recuerdo cómo se llamaba aquel compañero que tenía en Punto Pelota cuando presentaba mi sección. Recuerdo que me contó, al ver mi camiseta serigrafiada con el 92.48 (final Champions 2014, para los no-futboleros), que se había tatuado ese minuto en una parte del cuerpo que es mejor que no enseñe. Bueno, esas cosas se entienden… solo espero que este chico nunca cambie de equipo. Yo, por si acaso, me voy tatuando mi nombre en el tobillo, no vaya a ser que pierda la memoria, al menos el nombre es lo que queda cuando uno se va, o eso dicen.

En Chic

    0
    comentarios