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¿Son los microcilindros capilares el mayor secreto de Donald Trump?

El peinado de Donald Trump es objeto de actualidad diaria. El candidato republicano ha hablado en Rolling Stone.

El peinado de Donald Trump es objeto de actualidad diaria. El candidato republicano ha hablado en Rolling Stone.
Donald Trump | Cordon Press

A Donald Trump le envuelve la polémica, eso es innegable. Pero sobre todo, al candidato a la Casa Blanca le persigue un rumor... ¿Es suyo el pelo de Donald Trump? ¿Se trata de un peluquín? ¿Su peinando es un truco? El pelo del republicano ha sido objetivo de memes y comentarios desde que el magnate saltase al ruedo político... Tanto el mismo Trump ha hablado del tema, llegando a tirarse del mismo en mitad de un mitin para demostrar que es suyo.

Sin embargo en una entrevista a la edición americana de la revista Rolling Stone, el empresario quiso acabar con los rumores "desvelando" sus trucos capilares: "Me lavo el pelo y lo dejo secar al aire. Tarda aproximadamente una hora. Después me lo peino, con un peine. No, no me lo peino hacia delante. Quiero decir, muchos me acusan de ser un "comb-over" (truco al que recurren algunos hombres calvos para taparse el cráneo con el resto del pelo), pero no se trata de ese estilo. Es más bien un poco hacia adelante y hacia atrás, que es como me lo he peinado durante años: adelante y atrás, siempre igual".

De las declaraciones de Donald Trump surgen diversas dudas: ¿De verdad un pelo tan fino y pobre puede tardar en secarse una hora? ¿Te puedes peinar sin peine? Y, sobre todo... ¿es suyo todo su pelo?
El tupé de Donald Trump se ha convertido en tal cuestión de estado. Tanto que una exhaustiva investigación del medio americano Gawker ha desvelado, gracias a un chivatazo anónimo, una de las teorías que más se acercan a dar con la respuesta: según esta publicación, el candidato ha confiado su cabeza a un árabe y no a un americano para que le realice lo que han denominado "intervención de microcilindros".

La intervención de microcilindros consiste en coserle de manera microscópica un injerto al pelo que queda en la cabeza. Se supone que es la mejor técnica no quirúrgica contra la calvicie, no deja rastro y es prácticamente imperceptible. Este viene a ser como unas mini extensiones en cada pelo. Aunque los inconvenientes son su elevado precio, que ronda los 60.000 dólares; y el hecho de que tiene que retocarse cada seis semanas aproximadamente, vamos nada que su cartera no pueda lograr.

Esta técnica está patentada por la Clínica Ivari, que para añadir más leña al fuego, tiene su sede en la Torre Trump, donde el magnate tiene sus propias oficinas. Además, según señala el medio y recoge Europa Press, es imposible localizar al doctor Avari, al cual y -según diferentes publicaciones estadounidenses- han retirado la licencia de medicina más de cuatro veces por denuncias. ¿Será este el mayor secreto de Donald Trump, o se guardará otros en la trastienda?

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